Esta época del año es propicia para coger gripe o resfriados. ¿Es lo mismo? No. Muchos ciudadanos tienen problemas para diferenciar entre una enfermedad y otra ya que los sintomas que cursan son muy parecidos. A continuación te damos las claves para no confundir una gripe con un simple catarro.

Si tienes fiebre...

La gripe suele cursar con fiebre y dura por lo general entre 3 y 4 días , mientras que los catarros no aumentan la temperatura corporal ni originan dolor.

Según los expertos, la fiebre está presente en el 80% de los casos de gripe, con una temperatura igual o superior a 38 grados, y suele provocar tos seca irritativa, dolores musculares, escalofríos, dolor de cabeza y malestar en el pecho. Por contra, no causa ni dolor de garganta ni la incómoda congestión nasal.

En el caso del catarro, los síntomas aparecen en varios días y suele causar dolor de garganta y congestión nasal. A diferencia de la gripe, los dolores musculares son leves, la tos viene acompañada de flemas y no provoca dolor de cabeza ni escalofríos, peró sí irritación ocular. El malestar en el pecho es moderado.

¿Qué causa ambas enfermedades?

Otra de las diferencias entre ambas patologías está en los virus que provocan ambas enfermedades. El catarro o el resfriado común puede estar causado por hasta 200 microorganismos diferentes, mietras que la gripe sólo puede originarla el virus influenza, que provoca la infección de las vías respiratorias.

¿Debo acudir al médico?

La mayoría de la gente no necesita acudir al médico cuando tiene un resfriado o una gripe. No obstante, si notamos dificultad respiratoria, expectoración de aspecto verdoso o sanguinolento, tos que dura más de 10 días, fiebre por encima de los 39,5 grados o de más de 4 días de duración, conviene acudir al especialista.

Las complicaciones más habituales en ambos casos son la bronquitis y la neumonía, que, en determinados grupos de riesgo (ancianos, bebés...), pueden tener un pronóstico grave y llevar incluso a la muerte.

¿Puede ser alergia?

Algunos síntomas del catarro común o de la gripe estacional pueden ser también similares a los que aparecen en las alergias estacionales, como la secreción nasal acuosa, la irritación ocular, la tos y el escozor de garganta.

"En la alergia el malestar general no suele ser generalizado, sino que puede estar derivado de las molestias anteriores y aparece sin dolores musculares, articulares, ni fiebre", aclara Débora Nuevo, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Nuestra Señora del Rosario de Madrid.

Consejos para prevenir la gripe

Aunque las medidas de prevención tienen una eficacia limitada, es recomendable no dejar de seguirlas. Estas son algunas básicas:

  1. Lavarse de forma escrupulosa las manos con agua y jabón, especialmente después de toser, estornudar o estar en contacto con alguna persona.
  2. Cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo desechable al estornudar o toser y tirarlo inmediatamente después a la basura. Si lo hacemos con la mano, conviene lavarse rápidamente y evitar tocarse los ojos, la nariz o la boca.
  3. Ventila bien las habitaciones de tu casa.
  4. No hay que compartir alimentos, vasos o cubiertos.