Cada 14 minutos muere un paciente por un ictus en España, lo que la convierte este trastorno circulatorio en la segunda causa de muerte, primera entre las mujeres. Aproximadamente, cada año entre 120.000 y 130.000 personas se ven afectadas, de los que unos 80.000 fallecen o padecen una discapacidad.

Este sábado se celebra el Día Mundial del Ictus, que en el mundo se estima afecta a más de 15 millones de personas. El término ictus, también conocido como accidente cerebrovascular, viene a sustituir a aquellos términos que han hecho historia en nuestro para referirse a la brusca obstrucción de un vaso sanguíneo cerebral (trombosis, embolia), a su rotura (derrame) o a ambas (apoplejía).

En concreto constituye un trastorno brusco de la circulación cerebral que altera la función de una determinada región del cerebro; se produce cuando se obstruye o se rompe uno de los vasos que suministra sangre al cerebro.

Actualmente, más de 300.000 españoles presentan alguna limitación en su capacidad funcional tras haber sufrido un ictus, de hecho sus consecuencias suponen la primera causa de dependencia en adultos en España. Déficits motores, sensitivos, visuales, alteración de la sensibilidad o trastornos del habla (afasia) son las secuelas estadísticamente más habituales en los pacientes que sobreviven a un ictus.

Estas secuelas pueden reducirse drásticamente si se actúa con urgencia, dentro de las primeras 4,5 horas; conociendo los síntomas con los que se presenta el ictus puede actuar se mucho más rápidamente, reduciendo los daños cerebrales y sus repercusiones. Por eso es importante que, ante la primera sospecha de ictus, llame al servicio de urgencias o acuda al hospital más cercano. Incluso si los síntomas desaparezcan a los pocos minutos, es necesario acudir rápidamente a un centro hospitalario porque puede ser un aviso de que algo más definitivo puede ocurrir en breve.

Aunque los ictus son más propios de personas mayores, entre un 25 y un 30% de los afectados tienen menos de 65 años. Y según que el origen del problema sea la obstrucción de una arteria cerebral o su rotura hablaremos de ictus isquémico (infarto cerebral) o ictus hemorrágico (hemorragia cerebral).

¿Qué puedo hacer para evitar un ictus?

1.- Consume una dieta sana.

Una dieta equilibrada es fundamental para la salud del corazón y del sistema vascular. Se recomienda consumir abundantes frutas y verduras, cereales integrales, carnes magras, pescado y legumbres, y poca sal y azúcar. El alcohol debe consumirse con moderación.

2.- Haz ejercicio regularmente.

Al menos 30 minutos diarios de actividad física ayudan a mantener el sistema cardiovascular en forma. Al menos 60 minutos casi todos los días de la semana ayudan a mantener un peso normal.

3.- Evita el consumo de tabaco.

El tabaco daña gravemente la salud, independientemente de cómo se consuma (cigarrillos, cigarros, pipa o tabaco para mascar). La exposición pasiva al humo del tabaco también es peligrosa. Lo bueno es que el riesgo empieza a disminuir inmediatamente después de dejar de consumir productos del tabaco y se puede reducir a la mitad en tan solo un año.

4.- Controla tu riesgo cardiovascular.

Un importante aspecto de la prevención de los infartos de miocardio y los accidentes cerebrovasculares es el tratamiento y asesoramiento de los pacientes con alto riesgo (aquellos con un riesgo cardiovascular a los 10 años igual o superior al 30%) y la reducción de este. Los profesionales sanitarios pueden estimar su riesgo cardiovascular con gráficas simples y darle los consejos apropiados para reducir sus factores de riesgo.

5.- Controla tu la tensión arterial.

La hipertensión suele ser asintomática, pero es una de las principales causas de infarto de miocardio o accidentes cerebrovasculares. Mídase la tensión arterial, y si está elevada tendrá que cambiar su estilo de vida, aumentando el ejercicio físico y cambiando a una dieta con menos sal; también es posible que necesite medicación para controlarla.

6.- Controla el colesterol.

El aumento del colesterol en la sangre incrementa el riesgo de infarto de miocardio y accidentes cerebrovasculares. El control del colesterol en la sangre requiere una dieta saludable y, si fuera necesario, medicamentos apropiados.

7.- Cuidado con la diabetes.

El exceso de azúcar en la sangre (diabetes) aumenta el riesgo de infarto de miocardio y accidentes cerebrovasculares. Si padece diabetes, para reducir dicho riesgo es muy importante que se controle la tensión arterial y el azúcar en la sangre.

Señales de alarma

- Pérdida brusca de movilidad o fuerza en media parte del cuerpo (cara, brazo, pierna).

- Pérdida repentina de la capacidad para hablar, dificultad para expresarse y ser entendido.

- Falta de sensibilidad (acorchamiento u hormigueo) en media parte del cuerpo(cara, brazo, pierna).

- Dolor de cabeza súbito de intensidad inhabitual y sin causa aparente.

- Sensación de vértigo, inestabilidad, desequilibrio y confusión repentina.

- Pérdida de la visión (en uno o dos ojos), total o parcial, que aparece súbitamente.