España es uno de los países donde más se colocan implantes del mundo. El problema es que se colocan implantes en pacientes que no son buenos candidatos a este tipo de tratamientos. No son buenos candidatos las personas que fuman, las que mantienen un mal control de la placa bacteriana o presentan una enfermedad periodental previa no tratada, así como pacientes diabéticos descompensados. No obstante, controlando estas situaciones, la terapia de implantes puede ser muy exitosa.

Hay muchos puntos que no se informa a los pacientes hoy en día sobre los implantes y que se deberían de conocer. El hecho de tener un implante dental requiere el mismo cuidado que un diente natural. Por ello, la prevención es primordial a la hora de evitar infecciones que, en muchos casos, pueden llegar a poner en peligro el éxito del implante y disminuir su vida útil, según advierten desde la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA).

Generalmente, los implantes están hechos de titanio puro, aunque ahora están apareciendo nuevos materiales. Se trata de una fijación que se introduce en los huesos maxilares para ejercer la función de una raíz artificial. Son creados para sustituir a los dientes ausentes. "Se colocan sobre estas raíces artificiales la prótesis dentales. Dependiendo de si hay uno o más dientes que falten habrá una o más prótesis sobre estos implantes", explica en una entrevista con Europa Press Regina Izquierdo, periodoncista y vocal de la SEPA.

Según asegura, alrededor del 95-98% de los implantes se integran de manera adecuada al hueso tras su colocación, por lo que supone un "tratamiento muy exitoso" y, tras 15 años, más del 90% siguen funcionando perfectamente en boca, aunque depende no sólo del tipo del tornillo sino también del tratamiento de su superficie.

Peligros de no cuidar el implante

No seguir una adecuada higiene bucal conlleva, en un alto porcentaje de casos, la aparición de problemas como complicaciones biológicas o mecánicas (son menos habituales, como la fractura del implante o del tornillo que sujeta la prótesis).

"Sobre las biológicas, cuando no se cuida, se inflama la encía o la mucosa que hay alrededor del implante, se hincha, se pone roja, sangra, y si esta infección no se trata puede acabar afectando al hueso que rodea al implante, de manera que podría perderse y podría poner en peligro supervivencia del mismo", alerta la especialista.

Sobre su vida útil, Izquierdo indica que a día de hoy no es posible ofrecer una estimación general para todos los pacientes de cuál va a ser el tiempo de permanencia previsto para un implante en la boca, aunque los que se colocan actualmente no tienen caducidad conocida.

Según recuerda, hace cientos de años ya se colocaban alambres, o tornillos de diferentes materiales dentro del hueso para intentar restaurar los dientes perdidos aunque sin éxito. La base de la implantología actual nació hace 35 años y desde entonces se ha evolucionado muchísimo, explica la miembro de la SEPA.

A su juicio, lo "más importante" es no olvidar que la permanencia del implante o su vida útil en boca depende de:

1. Características del paciente; los acondicionamientos fisiológicos (la disponibilidad de hueso para introducir el implante); el estado de salud del paciente, y si hay una presencia de determinadas enfermedades como la diabetes; si ese paciente sigue unos malos hábitos bucales como el fumar. "Si fuma tiene un mayor número de complicaciones, disminuye su supervivencia y hace que haya mayor probabilidad de aparecer una infección sobre el implante", agrega.

2. Para que el implante tenga una vida útil larga antes de colocarlo habrá que hacer un control sobre las causas de la pérdida dentaria. Si no se solucionan esas incidencias se podrá volver a reproducir. Por ello, indica que es condición indispensable mantener una salud oral impecable y eliminar cualquier proceso infeccioso en la boca.

3."Algo muy importante es que la vida útil depende de la higiene del paciente. Hay prótesis que no dejan que el paciente pueda limpiar bien alrededor del implante y se puede acabar con problemas. Respecto al diseño de la prótestis, ésta debe ser higienizable, fácil del limpiar", explica Regina Izquierdo.

Consejos de higiene

En este sentido, subraya que, según datos generales, entre un 28 y un 56% de los pacientes portadores de implantes sufrirán periimplantitis en el futuro, sostiene. "Todos los expertos insisten en que hay que tener cuidado y mantener de forma adecuada y regular la higiene bucal para prevenir estas enfermedades. Cuando se habla de higiene siempre se habla de limpieza, pero una buena medida de salud es dejar de fumar. Es prioritario", destaca, a la vez que enumera una serie de consejos:

1. Dejar de fumar.

2. Seguir limpiando la boca igual que con nuestros dientes, un cepillado después de cada comida principal, tres veces al día, durante dos minutos. Imprescindible también es utilizar un método de limpieza interdental entre implantes, como el hilo dental o los cepillos interdentales, por ejemplo. "En rehabilitaciones complejas o por ejemplo pacientes mayores con poca habilidad manual apoyarse en cepillos eléctricos o irrigadores que ayuden a limpiar por debajo de las prótesis de los implantes. También considerar los colutorios desinfectantes, pero siempre bajo prescripción del dentista. No todos los enjuages son iguales y hay diferentes composiciones y eficacias", añade.

3. No olvidar las revisiones periódicas en el dentista, para que pueda limpiar esas zonas escondidas a las que el paciente no llega, además de para controlar la salud de los tejidos periimplantarios.

"La SEPA señala que el tratamiento con implantes es una opción muy eficaz que se ha de considerar sólo en aquellos casos en los que no sea posible mantener un diente natural. No es un beneficio para el paciente, como a veces puede aparecer, la extracción de dientes naturales de manera indiscriminada y sustituyéndolos por implantes con la idea de evitar el tratamiento periodental o para sustituir las revisiones, porque los implantes también sufren estos problemas y precisan de revisiones", sentencia.