En nuestro día a día estamos, constantemente, tomando decisiones por pequeñas que sean. Estas situaciones pueden provocarnos malestar, indecisión y bloquearnos a la hora de elegir qué es lo que debemos hacer. Te mostramos cinco sencillos trucos para enfrentarte a tus decisiones sin miedo:

1. Analiza el problema y dale la importancia real que tiene

1. Analiza el problema y dale la importancia real que tieneLo primero que debemos hacer antes de enfrentarnos a cualquier decisión es analizar el problema que se nos plantea. En ocasiones, el miedo o la indecisión nos consume y nos ponemos en la situación más trágica posible.

Debemos darle a cada problema o situación la importancia real que tiene. El ser humano es catastrofista por naturaleza. La mayor parte de las veces que pensamos en una situación que nos da miedo nos imaginamos las cosas mucho peor de lo que son en realidad.

Analiza el problema y dale la importancia real que tiene. Esto te ayudará a tomar mejores decisiones y estar tranquilo a la hora de decidir. Los nervios perjudican seriamente nuestra capacidad de decisión y nos hacen ver las cosas desde un punto de vista más pesimista.

2. Ventajas y desventajas

2. Ventajas y desventajasPara tomar cualquier decisión debemos analizar las ventajas y desventajas de elegir una u otra opción. Coge papel y boli, y apúntalas en un folio. Esto te ayudará a visualizar todo mejor y tener más clara la decisión que debes tomar.

3. Posibles consecuencias

3. Posibles consecuenciasCómo hemos comentado, debemos darle a cada problema la importancia real que tiene. Un consejo para tomar mejores decisiones es apuntar en un papel las consecuencias del problema, ¿qué es lo peor que podría pasar? Esto te ayudará a ver que el problema no es tan grande como crees y tomar mejores decisiones.

4. Evita la presión social

4. Evita la presión socialDebes hacer lo que realmente sientas y huir de lo que la gente quiere que hagas. Tú eres dueño de tu vida y no haces nada malo por guiarte por lo que realmente necesitas. Recuerda que nadie te conoce mejor que tú mismo.

Sin embargo, puedes hablar el problema con familiares y amigos. Hablar con la gente que nos quiere nos permite desahogarnos y ver los problemas desde un punto de vista más optimista. Pero, recuerda, la decisión final siempre es tuya.

5. Toma la decisión

5. Toma la decisiónUna vez hayas evaluado el problema estás listo para tomar una decisión. Una vez tomada una decisión, pasa a la acción y ponte a ello. No sigas encerrado en qué hubiese pasado sí… Has tomado una decisión y debes ir a por todas con ella. Si te equivocas, aprenderás para la siguiente vez. Pase lo que pase, evalúa los resultados para bien o para mal. Esto te ayudará a hacer frente a futuras situaciones en las que debas tomar una decisión.