Te sientas delante de tu ordenador, abres el navegador y, ¡sorpresa! No aparece tu página de inicio predefinida, sino un pseudobuscador lleno de publicidad que en ni has instalado ni autorizado y que además ralentiza tu ordenador. Es lo que se llama un secuestrador web.

¿Qué es un secuestrador web?

De una forma muy resumida, un 'browser hijacker' (así es su nombre en inglés) se trata de un programa que se introduce sin permiso en tu equipo y altera la configuración de los navegadores web. Lo normal es que modifique la configuración de la página de inicio y del buscador predeterminado, pero puede hacer mucho más. Otra forma de colocarse en tu navegador es como una barra de herramientas, algo que al ser menos agresivo puede perdurar más en el tiempo.

Estos programas no roban datos, pero si pueden redireccionarnos a páginas que lo hagan, además de ser muy molestos. Algunos incluso hacen que no dejen de aparecernos ventanas emergentes con publicidad. En muchos casos de pornografía o apuestas. Algunos incluso modifican el registro de Windows para que la configuración del malware se restaure cada vez que se reinicie el ordenador. El objetivo final es conseguir un mayor número de clics en sus páginas de publicidad.

¿Cómo sé si estoy infectado?

Como si de una enfermedad se tratase, hay varios síntomas de que su navegador ha sido atacado: un cambio en la configuración de la página de inicio y/ del motor de búsqueda; imposibilidad de cambiar la configuración del navegador; ventanas popup de publicidad y/o banners en sitios web fiables y como suma de las anteriores, un bajo rendimiento del equipo.

¿Dónde pude ser infectado?

Hay varias vías. Una de ellas es que hayas abierto un mensajes infectados de email. Quizá se haya instalado junto con un programa gratuito. O se haya introducido sin permiso en los navegadores web mediante descargas iniciadas automáticamente. Otras vías son al realizar una descarga directa de un archivo multimedia, visitar páginas de contenido pornográfico e incluso a través de la descarga de archivos P2P. La realidad es que la gran mayoría de 'sites' de descargas gratuitas recurren a gestores de descargas, programas para sacar beneficio de estos servicios gratuitos.

¿Cómo evitar la infección?

El primer filtro empieza en uno mismo. Ser consciente de lo que puede pasarnos al descargar o abrir archivos desconocidos es importante. Hay que leer siempre las condiciones de uso y la política de privacidad de los programas descargados, no pinchar en anuncios emergentes, descartar la instalación de extensiones de navegador empaquetadas y, en el caso de instalar un programa gratuito, recurrir a la instalación personalizada y no usar la que viene por defecto descartando así las molestas barras de herramientas.

¿Cómo eliminar la amenaza?

El primer paso es desinstalar cualquier elemento relacionado con el complemento en nuestro ordenador. En Windows es tan sencillo como seguir este mapa:

Inicio > Panel de Control > Desinstalar un programa para eliminarlo.

Localizaremos el complemento en la lista de programas. Lo más sencillo es buscarlo por fecha ya que será el último o de los últimos en instalarse. Debemos eliminar todo lo que no conozcamos. A partir de aquí todo cambia según el navegador que usemos.

Google Chrome: Haz click en el icono del menú de Chrome, en la esquina superior derecha. A continuación pincha en Herramientas. Del menú que te da, ve a Extensiones. Busca cualquier complemento de navegador no deseado y elimínalo. En Configuración señalaremos ahora el navegador que queremos sea el de inicio. Si esto no es suficiente, despliega opciones avanzadas y reinicia los valores predeterminados de Chrome.

Firefox: Las instrucciones son muy parecidas a las que hemos usado con Google Chrome. El primer paso es localizar el icono de rayas que aparece en la parte superior derecha y entrar en Extensiones para eliminar la amenaza. Luego, modifica la página de inicio en Herramientas.

Internet Explorer: Algo más farragoso. Primero hay que hacer click en el icono de Herramientas, en la parte superior derecha, y acceder a Administrar complementos. Aquí tendremos que buscar elementos relacionados con la amenaza y eliminarlos, tanto en la Barra de herramientas y Extensiones como en Proveedores de búsqueda. Hecho esto, el siguiente paso es elegir nuestro navegador de confianza. Cambiaremos la página de Inicio por defecto en Configuración > Opciones de Internet.