Quien más quien menos al salir a la calle toma unas mínimas medidas de seguridad para evitar robos y hurtos. Sin embargo, no resulta tan habitual que los usuarios de Internet tomen también precauciones cuando navegan por la Red, pese a que los ataques, espionaje, robo de archivo y contraseñas son cada vez más frecuentes y, lo que es peor, cada día son más los peligros que acechan. Existen muchas formas de protegernos en la Red. Por ejemplo, usar redes wifi seguras, aplicar contraseñas difíciles de descifrar, mantener el antivirus actualizado...

Además de estas, sin embargo, existen otras recomendaciones para mejorar nuestra seguridad y privacidad en la Red. Entre las fórmulas más eficaces y útiles para lograr este objetivo cabe mencionar la posibilidad que ofrecen los actuales navegadores web de permitir consultar Internet en modo privado o incógnito.

Mediante esta práctica funcionalidad, los usuarios de la Red tienen la opción de navegar de forma mucho más segura y con mayor privacidad, ya que este modo evita que las páginas que visitamos sean guardadas en el historial de búsqueda ni en el de navegación y por tanto impide que se muestren.

Además, con el modo privado conseguimos que cuando cerramos la ventana, las cookies, contraseñas guardadas y otros datos locales de la sesión sean eliminados de forma automática. El único dato que se guardará serán los sitios favoritos que almacenemos y los archivos que descarguemos.

Navegar en este modo puede tener muchos usos prácticos. La más evidente, que nos permite acceder a Internet evitando que nadie que acceda a nuestro equipo pueda saber qué contenidos hemos estado consultando. Pero más allá de esto, existen también otras ventajas. En este sentido, el modo incógnito es una fantástica solución, por ejemplo, para acceder a Internet en un ordenador público o ajeno, de manera que las contraseñas que usemos para acceder al e-mail o a las redes sociales sean eliminadas al cerrar la sesión.

Por otra parte, navegar en incógnito también nos permitirá por ejemplo abrir de forma simultánea diferentes perfiles en cuentas de correo electrónico o redes sociales, algo que no es posible cuando navegamos en modo normal. De esta forma, podremos navegar en la cuenta de Gmail de nuestra empresa y a la vez consultar también nuestra propia cuenta particular, aunque también sea del servicio de email de Google.

Navegar de forma privada permite acceder de forma simultánea a varios perfiles de redes sociales. Foto: GettyImages

Existen todavía más utilidades de la navegación privada. Así, por ejemplo, al realizar una búsqueda en Google los resultados que se muestran tienen en cuenta nuestras preferencias e historial de búsquedas. Sin embargo, si no nos convencen los resultados que se nos ofrecen, podemos abrir el modo incógnito para realizar una búsqueda totalmente 'objetiva', sin tener en cuenta nada de lo que hayamos consultado con anterioridad. Incluso debemos saber que el modo incógnito puede resultar útil para reservar un billete de avión a mejor precio, ya que algunas compañías recurren a las cookies almacenadas en nuestro ordenador para cambiar los precios de sus vuelos.

Aunque navegando en modo privado aumentamos mucho nuestra privacidad en la Red, cabe señalar que esto no será así al 100%. En este sentido, navegar de incógnito no significa una privacidad total ni implica que nuestra actividad sea totalmente irrastreable. De hecho, Chrome advierte al acceder a esta funcionalidad que "El uso del modo incógnito no permite ocultar tu actividad de navegación a tu empresa, a tu proveedor de servicios de Internet o a los sitios web que visites". También Firefox lo aclara: "Aunque este equipo no conservará un registro de su historial de navegación, su proveedor de servicios de Internet o su empresa aún pueden rastrear las páginas que haya visitado".

Debes saber, por tanto, que aunque navegues en privado tu privacidad no será total, ya que por ejemplo las cookies también se pueden almacenar en plugins como Flash -que no se borran al finalizar el modo privado- y también te pueden identificar por tu dirección IP.