Fotomontajes de un iPhone curvo circulan por la red desde el principio de los tiempos. Y es posiblemente una de las características que más se ha rumoreado tendría cada nueva versión del conocido teléfono inteligente de Apple, pero que nunca se ha hecho realidad. Al menos hasta ahora.

Según ha publicado el Wall Street Journal, el próximo iPhone "podría" presentar una pantalla totalmente nueva y renovada con tecnología OLED que incluiría algún tipo de curvatura, aunque la información publicada por el rotativo norteamericano no aclara si se trataría de una pantalla curva al estilo del LG Flex o con bordes curvos, como los Samsung Galaxy Edge.

La pantalla, además, sería de tecnología OLED según las informaciones obtenidas de proveedores de la compañía, un tipo de pantalla que ofrece un mayor brillo que las de los actuales iPhone. De igual forma las próximas pantallas aumentarían su resolución del HD de ahora hasta el 2K que ya tienen algunos dispositivos del mercado.

Debido al elevado coste de producción de las pantallas de cristal orgánico OLED, Apple podría renovar por completo toda su gama manteniendo algunos modelos con las actuales pantallas y dejando las OLED para un modelo de gama alta y más caro, según el rotativo estadounidense.

Pronósticos

Más allá de los rumores que se están publicando al otro lado del Atlántico, que aciertan con la misma frecuencia con la que se equivocan, hay elementos del próximo iPhone que van más allá de la especulación. Uno de ellos es la sustitución del actual conector Lightning por el USB Tipo-C que ya montan muchos móviles de gama alta actuales.

De hecho, la presentación del último iPhone, el 7, sorprendió a más de uno debido a la ausencia del USB Tipo-C, ya que la propia Apple lo está incluyendo poco a poco en toda su gama de ordenadores portátiles. El MacBook desde 2015 y el nuevo MacBook Pro -del que ya has leído la reseña en esta misma web- tienen como única conexión de datos y carga el estándar USB Tipo-C, y la lógico se impondrá con el próximo iPhone, incorporando esta conexión que permite cargar y transmitir datos a gran velocidad de forma simultánea como ninguna otra del mercado.

La carga inalámbrica por inducción es probablemente otra de las funcionalidades que incluirá el próximo iPhone. Este sistema de carga, que ya está presente en las dos generaciones del Apple Watch, es a día de hoy la forma más práctica que hay de cargar un dispositivo. Todas las grandes marcas del sector ya tienen teléfonos inteligentes con carga inalámbrica, y la única que falta por incorporar esta funcionalidad es Apple. Samsung, Sony, LG, Huawei, HTC o Motorola tienen al menos un teléfono que se puede cargar sin cables.

El próximo iPhone será el del décimo aniversario desde su nacimiento, y con toda seguridad Apple querrá presentar un dispositivo que, además de tenerlo todo sea no solo novedoso, sino también disruptivo. Falta saber si lo será tanto como el primer iPhone, el de 2007.