El mundo celebra este domingo el Día sin Móvil, una iniciativa que trata de concienciar hasta qué punto dependemos del teléfono, un aparato que ya casi forma parte de nosotros. Pero, ¿cuántos de nosotros podríamos soportar pasar 24 horas sin conectarnos a nuestro smartphone?

Según 'IV Estudio de Comparación Online hacia el Ahorro Inteligente', realizado Rastreator.com y por publicado el pasado mes de febrero, tres de cada cuatro españoles afirman que no podrían vivir sin él.

Estos dispositivos se han consolidado como un aliado fundamental en el día a día de los españoles. Desde pagar facturas hasta resolver asuntos de trabajo o entretenerse de camino al mismo el uso intensivo del móvil provoca en los usuarios la necesidad de llevarlo consigo en todo momento y les hace estar pendientes de él permanentemente. Esta necesidad ha llegado hasta tal punto que ya tres de cada diez españoles (28,3%) se declaran adictos a su terminal móvil. Además, es relevante destacar que la adicción al móvil ha subido más de diez puntos porcentuales en el último año -en 2016 se situaba en el 17,7% -.

Esta adicción puede conllevar ciertos trastornos que afectan no solo a la salud física de los usuarios, sino también a su bienestar social y psicológico. En este sentido, el 44% de la población asegura estar pendiente del móvil cuando está con amigos, familia e incluso con su pareja y hasta el 52,2% afirma que mirar el móvil es lo primero y lo último que hace cada día. Es más, incluso el 16,6% mira el móvil cuando está conduciendo, cifra que en 2016 se situaba en el 13,6%.

A pesar de la creciente adicción al móvil que admiten gran parte de los españoles, el aumento de concienciación sobre este problema está derivando en un intento de reducir sus horas de uso diario. Precisamente, los españoles calculan que pasan una media de 3 horas y 22 minutos al día usando el móvil de forma activa, pero este dato es el más bajo de los últimos tres años y solo en el último ejercicio se ha reducido en 52 minutos, lo que pone de manifiesto que la población empieza a hacer un uso más responsable de estos dispositivos.