El joven jugador checo Jakub Mensik cayó desplomado sobre la superficie de la Rod Laver Arena, segundos después de cometer la doble falta que ponía fin a una de las finales más largas de la historia en categoría júnior. El estadounidense Bruno Kuzuhara se llevó el título del Australian Open después de una batalla que se prolongó durante tres sets (7-6(4), 6(6)-7 y 7-5) en tres horas y 43 minutos.

Mensik, de 16 años, no pudo aguantar más los calambres que le golpearon a lo largo de un tercer parcial que se prolongó durante 69 minutos de intercambios eternos y alternativas en el marcador. Más intenso todavía había sido el segundo set, que se llevó el checo en un igualado'tiebreak' (6-8) después de una hora y 36 minutos de combate tenístico.

Kuzuhara corrió al otro lado de la pista para preocuparse por el estado de salud de su compañero, quien se retorcía en el suelo víctima de los dolores musculares y el cansancio. A los pocos segundos, la asistencia médica retiró en silla de ruedas al tenista, exhausto.