El pívot estrella de los Magic de Orlando, Dwight Howard, no pudo ocultar su "disgusto" por la manera como el equipo y el mismo habían dejado escapar otro triunfo que tenían en su manos después de perder, en tiempo de prórroga (91-99), el cuarto de las Finales de la NBA, ante Los Ángeles Lakers.

"Todo esto es ridículo, cuando tendríamos que estar 3-1 en la serie, resultado que nos encontramos con 1-3 en contra, y no por los aciertos del equipo rival sino por los fallos nuestros", declaró Howard, que hizo todo bien en el partido menos tirar desde la línea de personal y anotar los puntos decisivos para su equipo.

Howard, que logro un doble-doble de 16 puntos, 21 rebotes y nueve tapones, la mejor marca en la historia de las Finales de la NBA, fue incapaz de anotar los dos tiros de personal que con 11,1 segundos para concluir el tiempo reglamentario le hubiesen asegurado a los Magic el triunfo al tener parcial de 87-84.

"Qué puedo decir, nada, simplemente que fallé", declaró con seriedad Howard. "He trabajo los tiros de personal, pero esta noche no entraron".

Howard falló nada menos que 8 de 14 tiros de personal y el equipo 15 de 37 para quedarse con un porcentaje del 59,9 por ciento de acierto.

"Los Lakers tienen el mérito que se aprovecharon al máximo de nuestros errores, pero el partido, como sucedió en el segundo de la serie, no lo ganaron ellos lo perdimos nosotros". destacó Howard.

"Todavía no estamos eliminados para ganar las Finales tienes que tener cuatro triunfos".

Howard, que ya se ha convertido en la nueva versión de Shaquille O'Neal, reconoció que su equipo no supo sentenciar el partido en los momentos decisivos, pero tampoco tuvieron el factor suerte de su lado.

"Como sucedió después de la derrota del segundo partido debemos olvidarnos y tenemos que recuperar las fuerzas y la moral para luchar al máximo en el quinto, que nos permita ganar y volver a Los Ángeles", señaló Howard. "Lo que está claro es esta noche fuimos nuestro peor enemigo al perder también 17 balones".

La derrota dejó a los Magic con marca de 1-7 en los partidos de las Finales de la NBA y convertidos en un equipo perdedor y sin el carácter ganador que sólo pueden tener los campeones como fueron los Lakers.

Van Gundy: "Me equivoque en el marcaje a Fisher"

El entrenador de los Magic de Orlando, Stan Van Gundy, reconoció que se "equivocó" en la estrategia que diseñó para marcar a Derek Fisher, el verdugo de Los Ángeles Lakers, que les "robó" el triunfo en el cuarto partido de las Finales de la NBA con dos triples "milagrosos", pero fáciles.

"Lamento no haber establecido que se le hiciese falta personal antes de que tirase a canasta", declaró Van Gundy. "Lo marcamos como si fuese a hacer una penetración y eso no tiene sentido".

Van Gundy dijo que la derrota por 91-99, en tiempo de prórroga, después de haber tenido la oportunidad de ganar en el tiempo reglamentario, era un "duro golpe" para su equipo.

"Si ya el segundo partido fue difícil de asimilar, éste nos va a costar mucho más, porque tuvimos todas las oportunidades para ganar", señaló Van Gundy, que disputa las primeras Finales de la NBA como profesional. "Pero como dije en Los Ángeles, el único culpable de la derrota soy yo".

Van Gundy dijo que, al margen del primer triple de Fisher, tampoco supieron ejecutar bien la acción con cinco segundos que les quedaban del tiempo reglamentario.

"El balón le tendría que haber llegado a Rashard Lewis y sin embargo, tuvo que ser Mickael Pietrus el que hiciese el tiro a canasta sin tener una buena posición", comentó Van Gundy. "Tampoco fue por esa jugada, antes habíamos fallado demasiadas faltas personales".

Van Gundy reconoció que 11 segundos para concluir el partido con lo mal que había tirado su equipo desde la línea de personal era "demasiado tiempo" para pensar que tenían el partido ganado.

"Pensamos que con 11 segundos no teníamos nada garantizado, especialmente por la poca inspiración desde la línea de personal (22-37)", explicó Van Gundy. "En retrospectiva, dimos a Fisher toda el espacio para que tirase a canasta y lamento no haber decidido que le hiciesen personal".

Van Gundy reconoció que la estrategia de esa jugada será algo que le perseguirá toda la vida.

"No tiene mucha explicación lo que hicimos, pero ahora ya no hay que obsesionarse con lo que no estuvo bien, sino superar el bajón moral que tenemos y estar listos para el partido del domingo", señaló Van Gundy.

Por su parte, el entrenador de los Lakers, Phil Jackson, también comentó la jugada del primer triple "milagroso" que anotó Fisher y dijo que en una situación como la que les tocó vivir a los Magic normalmente siempre ordena que se le haga falta al jugador rival.

"Cuando faltan cinco segundos para concluir el partido y tenemos la ventaja de tres puntos, siempre ordeno cometer la falta personal antes de que el jugador con el balón pueda tirar a canasta", comentó Jackson, que tiene 41 triunfos en partidos de las Finales de la NBA y nueve títulos de campeón.

Van Gundy también admitió que las 17 perdidas de balón cometidas por su equipo, incluidas siete del pívot Dwight Howard, que también falló los tiros de personal con 11 segundos y parcial de 87-84, no ayudaron para nada a su equipo.

"Es muy difícil al final ganar cuando no tuvimos buen control del balón, no hicimos buena defensa en el tercer periodo (14-30), fallamos tiros de personal claves y decidimos mal la estrategia para proteger la ventaja de tres puntos en los segundos finales", agregó Van Gundy.

El entrenador de los Magic estuvo de acuerdo con Howard cuando dijo que lo "frustrante" era ver como el equipo estaba abajo 1-3 en la serie cuando podría tener la ventaja de 3-1.

"No hay que quitarle méritos a los Lakers, sino todo lo contrario. Nosotros tuvimos más oportunidades que ellos de haber ganado el segundo y cuarto partido", señaló Van Gundy.