"A nivel deportivo, he vivido la cara y la cruz. La parte positiva es poder vivir una competición como esta desde dentro. La parte negativa, es que el equipo se ha quedado fuera de las eliminatorias por el título y durante varias semanas nos costó mucho ganar partidos", explicó.

Montañana disputó dieciséis partidos con este equipo norteamericano, al que se incorporó ya con la temporada de la WNBA comenzada y con el que consiguió un promedio de 2,2 puntos y 1,6 rebotes, en los que su mejor encuentro fue contra Detroit Shock, en el que anotó doce puntos decisivos para la victoria de su equipo.

"La principal diferencia entre la WNBA y el baloncesto europeo es física, sobre todo por lo que a las jugadoras norteamericanas se refiere. A nivel táctico, el estilo también es diferente, con muchos uno contra uno y mayor velocidad", resumió la ala-pívot.