El preparador isleño comienza a entender en esta pretemporada lo duro que puede resultar a veces entrenar a un equipo con aspiraciones. Y es que el tener tantos internacionales en la plantilla va a condicionar, y mucho, la participación de los ´taronja´ en la Supercopa y su arranque en la Liga ACB. Hussein asume todo esto con una mezcla de lógica intranquilidad y naturalidad, intentando encontrar todavía su lugar en esta peculiar situación. Afortunadamente, la llegada de Serhiy Lishchuk y Omar Cook va a darle un respiro a la hora de trabajar, ya que en estos momentos su principal preocupación es «recuperar jugadores» y, sobre todo, «que lleguen sanos».

Está realizando una pretemporada en cuadro. ¿Cómo se lleva eso?

—Es muy difícil y complicado para mí analizar esta situación. Hasta ahora he estado entrenando con tres jugadores del primer equipo, por eso que todo el trabajo que estamos haciendo le va avenir mejor al equipo EBA que a nosotros. Con nuestros tres jugadores hemos intentado que tengan un nivel físico lo suficientemente bueno como para que no haya un desfase físico cuando se incorporen los hombres que ahora están compitiendo. Además, estamos haciendo un trabajo individual específico con ellos, apoyado en los jugadores del EBA, para introducir el poco bagaje táctico que podamos hacer. Pero la sensación que tengo es que todo esto lo voy a tener que repetir conforme vayan llegando el resto de jugadores. De hecho, el bagaje táctico para competir es prácticamente nulo.

—¿Es la primera vez que le pasa algo así?

—Sí, en mi vida nunca había vivido una pretemporada como esta. Para mí está siendo todo muy extraño, por eso estoy un poco descolocado para poder analizarlo.De hecho no voy a poder sacar ninguna conclusión de los primeros partidos de pretemporada.

—Otro problema añadido es que además los jugadores le van a ir llegando de forma escalonada. Ahora han llegado los del Preeuropeo, luego serán los del Mundial...

—Es así. Y los del Mundial irán llegando también de manera discontinúa según vayan quedando eliminados y cada uno en un estado diferente. El desfase va a ser muy grande y es una situación que tendremos que ver y acoplar. Esto para lo que es la sintonía de adquirir hábitos para poder jugar juntos y que el equipo se conozca es lo peor que nos ha podido pasar.

—Por si fuera poco, luego le llega un jugador lesionado como Augustine, y otro que ni siquiera se queda como Winston. Es decir, dos hombres menos para trabajar en estas primeras semanas...

—Se han dado muchas circunstancia y casi todas malas. La lesión de Augustine nos ha alterado mucho porque era el único pívot que podíamos tener para entrenar, y en cuanto a Kennedy Winston sólo puedo decir que era un hombre importantísimo para nosotros en todos los sentidos. Al final no lo hemos podido tener y lo que importa en este tema es la opinión de los servicios médicos.

—¿Cuando se alcanzó el acuerdo con él ya sabían en el club que había tenido problemas en la rodilla izquierda?

—Sabíamos que los había tenido y que hace seis años lo habían operado en la Universidad. Esa información la teníamos, pero al llegar aquí se decidió que no queríamos correr más riesgos y se decidió no continuar con la contratación.

—A nivel de mercado imagino que esto será también un contratiempo, ¿no?

—Si, porque los nombres que están son los mismos que estaban hace tres semanas, incluso alguno menos. Ahora es muy difícil que salgan nombres, igual alguno de los últimos descartes de la NBA o algún otro jugador que contemplamos en su día pero no como primera opción. Igual debemos retomar esos nombres y tomar esa decisión, pero está claro que no es un buen momento. Tenemos la opción de fichar o seguir esperando, pero seguir esperando tampoco nos asegura que vayamos a encontrar al hombre que queremos. No creo que nos vaya a aparecer un ´mirlo blanco´ en este momento.

—Lo que ocurre ahora es que se van a ir ya a segundas, terceras o cuartas opciones a la hora de fichar...

—Efectivamente. Es el inconveniente que tenemos y que no podemos cambiar. Lo de Winston ha sido un contratiempo y el momento de mercado en el que estamos es el que es.

—¿Pero hay jugadores de garantías ahora mismo que realmente encajen en su proyecto?

—Hay jugadores de garantías para competir, pero no se trata solamente de eso. Se trata de que esos jugadores se ajusten a lo que tu quieres. Los hay de garantías pero que solamente atesoran una o dos de las condiciones que creemos que tienen que tener, y a lo mejor estamos buscando que un jugador reuna cuatro o cinco cosas que son buenas para el equipo. Ahora lo que vamos a hacer es tener que acotar, si no son cinco pues serán tres, pero serán jugadores válidos y competitivos. Pero nosotros estábamos buscando un jugador global, que pudiera jugar de dos y de tres, físico, que anotase, que la pusiese en el suelo... Es decir, buscábamos muchas cosas en un jugador, y si ahora no hay ninguno que nos ofrezca eso, tenemos que acotar e ir a por ese hombre que nos ofrece el mayor número de cosas que podemos necesitar. Ese es el problema.

—¿Ese problema va a hacerle variar su forma de jugar?

—Puede hacerlo, indudablemente. Te puede condicionar del todo porque además pienso que los entrenadores deben adaptarse a los jugadores que tienen. Aunque salgas con las ideas preconcebidas, lo que no puedes hacer es adaptar a un jugador a tu manera de jugar si no reúne esas condiciones. Por eso creo que nos puede condicionar.

—Ahora habrá que tocar madera con la revisión médica de Cook...

—Esperemos que no le pase nada pero claro, estamos también a la expectativa. Luego hemos tenido el ´susto´ con el tobillo de Javtokas...

—¿Y no hubiera sido mejor hacer la revisión médica a los jugadores que están en el Mundial una vez éste hubiera finalizado? Lo digo porque alguno podría llegar lesionado y el club se habría curado en salud.

—No es algo que me haya planteado, la verdad. Es un pregunta que tendría que pensar y reflexionar para poder responderla. No obstante, salvo que sea una lesión grave que hipoteque al jugador la idea es la misma que con Augustine. Son decisiones complicadas de analizar y que ahora, después de lo que ha pasado, a lo mejor podríamos decir que sí, que sería mejor haberlo hecho de la otra forma.

—Por otra parte, ¿qué espera de Iván García y Bruno Sundov?

—Que nos ayuden a entrenar básicamente, a tener un poco más de calidad física en cada sesión y también que nos ayuden a competir en la pretemporada. Estoy muy contento con los jugadores del EBA, con su actitud y con su trabajo, pero necesitamos más físico y experiencia para competir.

—¿Alguno tiene una mínima opción de quedarse tras la pretemporada?

—No.

—Viendo todo lo que le viene por delante, ¿cuál es su gran preocupación?

—Mi gran preocupación, recuperar a jugadores para el primer equipo y que además lleguen sanos. De no ser así, a falta de dos semanas para el inicio de la ACB, nos hipotecaría mucho. Va a ser muy difícil para mí y para todos analizar la trayectoria del equipo en la pretemporada simplemente porque no ha habido pretemporada con el equipo. No me gustan las excusas, pero los partidos de pretemporada son los que son y los vamos a jugar con los que los vamos a jugar.

—Pero antes del inicio de la ACB tendrán la Supercopa...

—No sé que es lo que la gente pretende conseguir pero nuestro objetivo es intentar hacerlo lo mejor posible. Cuando lleguemos ahí muchos jugadores lo harán con sólo tres entrenamientos junto al equipo. Lo bueno es que llegarán con ritmo de partidos y físicamente bien, pero lo que pasa que el baloncesto es un deporte colectivo y no individual. Eso será un problema ya que los hábitos como equipo no los tendremos. Esa es una etapa que no se puede quemar y que todos los equipos tienen que pasar sin excepción.