Se acabó la espera. Esta tarde por fin comienza oficialmente la temporada para el Power Electronics Valencia. Se terminaron las pruebas y en la semifinal de la Supercopa ACB ante el Caja Laboral toca plasmar en la pista todo lo aprendido y entrenado durante la pretemporada. Es verdad que no ha sido el verano perfecto para llevar a cabo una buena preparación. Manuel Hussein nunca había estado en una situación parecida, pero para consuelo del técnico taronja está que los baskonistas tampoco es que hayan tenido a todas sus piezas desde hace semanas. Esto ya va en serio y aunque es solo el principio de una larga campaña la competición no da tregua. Hay un título en juego y los valencianos quieren luchar por lograrlo, precisamente en la primera oportunidad que se les presenta en este torneo reservado a los mejores.

El Power Electronics Valencia no parte como favorito, pero a veces el ir de ´tapado´ puede ser beneficioso. La presión hoy es del Baskonia. Juega en casa y con toda la grada de su lado, pero no hace mucho que el equipo valenciano alzó un trofeo en este mismo escenario, el Buesa Arena. Fue el pasado mes de abril cuando los capitanes taronja levantaron al unísono el título de la Eurocopa. ¡Qué gran recuerdo!. Esta vez aunque la Copa no esconde detrás un gran premio —la Euroliga— sí que desprende un aroma muy especial, ya que llegar a la final y disputarla, e incluso ganar la Supercopa, significaría que se ha acertado de pleno con el proyecto y que los cambios en la plantilla, que los ha habido y muchos, no ha hecho descender el nivel de un equipo que el año pasado dio grandes alegrías.

En Vitoria, hace cinco meses, los rivales que llevaron al Power Electronics a la gloria fueron el Panellinios y el Alba de Berlín. En cambio ahora para llegar a la final y para ganarla el nivel es muy superior. Primero el Caja Laboral, actual campeón de la Liga ACB, y después si la suerte acompaña, esperaría todo un Regal Barcelona o un Real Madrid. Para orgullo del club taronja, nunca a estas alturas se había codeado con equipos de este calibre, y pese a que las bajas son sensibles, al Power Electronics Valencia se le exige ya una competitividad alta sean cuales sean las circunstancias. La Liga y la Euroliga están a la vuelta de la esquina y comenzar con buen pie, dando la campanada en el feudo de uno de los ´cocos´ de la competición doméstica motiva a cualquiera.

Con Augustine lesionado y con Javtokas, entre algodones, y prácticamente descartado salvo milagro, tras llegar tocado del Mundial y no haber disputado aún un solo minuto de juego con sus compañeros, al igual que el pívot estadounidense, Manuel Hussein se encomienda a la pareja Lishchuk-Savanovic para frenar a la batería de interiores locales formada por Haislip, Teletovic, Barac y un viejo conocido, Florent Pietrus. En el juego exterior, la cosa se presenta más igualada y los Martínez, De Colo y Cook pueden plantar cara a los Logan, Huertas, Oleson y compañía.

Uno de los ´pequeños´ del Power E. Valencia, Omar Cook, afirmó en la previa que este primer encuentro servirá para «comprobar cómo estamos», aunque a sabiendas de la dificultad que conlleva derrotar a los de Ivanovic en su pista, lo primordial para él es preparar bien «el inicio de la Liga de aquí a unos días». El base no tira la toalla tampoco antes de tiempo y sabe que el PEV es capaz de dar la sorpresa.