El Meridiano Alicante iniciará el domingo, frente al Caja Laboral de Vitoria, su octava experiencia en la Liga ACB, justo cuando se cumplen diez años de su debut en la máxima categoría del baloncesto español.

En octubre del año 2000, el entonces denominado Proaguas Costablanca daba sus primeros pasos en la ACB con Andreu Casadevall como entrenador y Francisco Pastor como presidente.

Entonces, el conjunto alicantino -en el que militaba un jovencísimo José Manuel Calderón como base- tenia como principal aval su ilusión, pero su estructura de club no estaba preparada para consolidarse en la élite.

Diez años después, el Meridiano sigue siendo un club modesto, pero, pese a las dificultades económicas que arrastra, ha crecido como institución y sueña con poder luchar algún día por algo más que consolidarse en la ACB.

En las siete campañas que ha militado en la máxima categoría, el Meridiano se ha caracterizado por ser un equipo irregular, si por ello se entiende una trayectoria en la que ha pasado de luchar hasta la última jornada por eludir el descenso a ser la revelación de la Liga y clasificarse por sorpresa para las eliminatorias por el título.

La temporada 2000-01 permitió al Proaguas Costablanca saborear y sufrir la alta competición al mismo tiempo. El equipo disfrutó de poder enfrentarse a los grandes del baloncesto español, pero también acabó sufriendo el descenso de categoría.

En su regreso a la élite, en la Liga 2002-03, sin embargo, el Lucentum, entrenado por Julio Lamas, sorprendió a propios y extraños al clasificarse por primera vez en su historia para luchar por el título. El Barcelona acabó con el sueño alicantino con un 3-0 en el cruce de cuartos de final.

Tras la plácida temporada 2002-03, al Etosa le tocó vivir en la liga 2003-04 uno de los años más convulsos de su historia en ACB, aunque el final de la temporada se recuerda en Alicante como si de un título se tratara, con la salvación en las manos.

Fue el año en el que el técnico Trifón Poch empezó a labrar su historia en el Lucentum con letras de oro. Llegó para sustituir a Luis Casimiro en el banquillo y, después de que el equipo terminara la primera vuelta con sólo dos triunfos, el equipo se salvó en la última jornada al ganar en la pista de Unicaja.

En la campaña 2004-05, el Etosa -nombre comercial del equipo en aquel momento- mantuvo la inercia con la que había terminado el ejercicio anterior para firmar el mejor capítulo de su historia.

Ganó los nueve primeros partidos de forma consecutiva, llegó a ser líder de la ACB en solitario dos jornadas (la doce y la trece), terminó la liga regular en la quinta posición y tuvo contra las cuerdas al Unicaja de Málaga en la eliminatoria por el título.

Aquel año también disfrutó de la que es su única experiencia en la Copa del Rey, en Zaragoza, donde también cayó frente al Unicaja.

Los dos años siguientes el Etosa no pudo mantener su gran nivel. En la 2005-06 eludió por los pelos el descenso, algo que no pudo evitar en la 2006-07.

Tras dos años en la LEB Oro, el Meridiano regresó a la élite el pasado ejercicio (2009-10), en la que fue la temporada más tranquila para el club, si se atiende a que no tuvo opciones reales de luchar por un objetivo mayor que la permanencia, pero consiguió asegurar su continuidad en la categoría a falta de cuatro partidos para el final.