El ala-pívot congoleño, nacionalizado español, Serge Ibaka disfrutó de una noche histórica en su carrera profesional con los Thunder de Oklahoma City al conseguir 10 tapones en el duelo que mantuvo con la defensa de los Mavericks de Dallas, actuales campeones de liga.

La gran labor defensiva de Ibaka, que igualó la mejor marca en la historia del equipo, ayudó también a los Thunder a conseguir la victoria como visitantes por 86-95 ante los Mavericks.

Ibaka recordó en el American Airlines Center de Dallas que es uno de los mejores defensores que hay actualmente en la NBA, al aportar un doble-doble de 11 rebotes y su nueva marca profesional de tapones, con los que frustró el ataque de los Mavericks, incluido el alero alemán Dirk Nowitzki.

"Ha sido algo espectacular ver cómo Serge (Ibaka) ha obligado a que Dirk (Nowitzki) fallase tiros a canasta que normalmente son puntos seguros", declaró el alero Kevin Durant al comentar la labor defensiva de su compañero. "Poner 10 tapones no tendrá la espectacularidad de un mate, pero es algo excepcional".

Ibaka empató la mejor marca en la historia de la franquicia Thunder/SuperSonics, que hasta ahora estaba en poder de Calvin Booth y Shawn Kemp, los dos únicos jugadores que lo habían logrado cuando el equipo tenía la sede en Seattle.

El entrenador de los Thunder, Scott Brooks, calificó la actuación de Ibaka como algo "asombroso".

"Tener a un jugador que rinde todas las coches en defensa con el calendario tan exigente que tenemos esta temporada es algo que solo está al alcance de deportistas privilegiados, y uno de ellos es Serge (Ibaka)", destacó Brooks.

El trabajo de Ibaka frustró por completo a los jugadores de los Mavericks, incluido Nowitzki, que fallaron 3 de 19 tiros de campo en el tercer periodo, cuando los Thunder dieron la vuelta al marcador y se pusieron con la ventaja parcial de 65-58 con racha de 10-2.

Ibaka puso tres tapones en el tercer periodo después de haber logrado cuatro en el segundo y cerró el partido con otros tres, superando la mejor marca de la temporada, que era de cinco, que logró dos noches consecutivas, y la de profesional, de ocho.

El ala-pívot español jugó 40 minutos y aportó cuatro puntos al encestar 2 de 8 tiros de campo, entregó una asistencia y logró un robo de balón.

Si Ibaka disfrutó del triunfo y una nueva marca, el base novato Ricky Rubio solo pudo alegrarse por recibir el premio de Novato del Mes en la Conferencia Oeste por su labor durante el pasado enero.

Pero horas después, en el partido que su equipo de los Timberwolves de Minnesota disputaron ante los Pacers de Indiana, no pudo ser factor ganador y cayeron derrotados por 99-109.

Esta vez el base Darren Collison le ganó por completo el duelo individual y tampoco le permitió que fuese el revulsivo en el cuarto periodo, cuando los Timberwolves bajo la dirección y empuje de Rubio realizan el mejor baloncesto y luchan por el triunfo.

Ni Rubio ni los Timberwolves reaccionaron en el cuarto periodo que comenzaron con seis puntos abajo (70-76), y los Pacers incrementaron la ventaja al conseguir otro racha de 9-1 para el parcial de 85-71, que a ocho minutos del final les dio el margen suficiente para asegurar la victoria.

Rubio no pudo superar el duelo con Collison y se tuvo que conformar con una aportación de 10 puntos y seis asistencias.

El jugador de El Masnou disputó 37 minutos y anotó 3 de 7 tiros de campo, falló un intento de triple, acertó 4 de 5 tiros de personal, capturó cuatro rebotes y perdió sólo un balón.

Peor le fueron las cosas al base extremeño José Manuel Calderón, que vio cómo su equipo de los Raptors de Toronto seguían en caída libre tras perder por paliza de 100-64 ante los Celtics de Boston.

Calderón se contagió del pobre juego ofensivo de los Raptors y aportó solo un punto en los 22 minutos que jugó, al fallar los cinco tiros de campo que hizo, incluidos dos intentos de triples.

El único punto del partido que anotó Calderón lo consiguió desde la línea de personal (1-1), repartió siete asistencias, capturó dos rebotes y perdió dos balones.