El FC Barcelona venció al Fenerbahçe Ülker Estambul (94-81) con autoridad en un partido en que empezó como un ciclón y acabó fuerte para despejar dudas, alejar fantasmas e infligir la primera derrota al equipo turco, que pese a su reacción y acierto en el triple no pudo repetir el triunfo de la ida y ve como los blaugranas se ponen a una victoria de poder asaltar su liderato.

En un gran partido de Bostjan Nachbar, el mejor como blaugrana con 23 puntos y desde la titularidad, la coral funcionó mejor que nunca y ello fue decisivo para acabar con un Fenerbahçe en el que no apareció Kleiza y que sobrevivió hasta donde pudo gracias al genio de Bo McCalebb (22) y acierto de Bogdanovic y Preldzic, ambos con 20 puntos.

Pese a que el Barça pudo haber roto el partido en el primer cuarto (35-15), la calidad de la plantilla otomana y orgullo del técnico, Zeljko Obradovic, no lo permitieron. La segunda parte, mucho más trabada que la primera, sirvió como piedra de toque a un Barça que superó la prueba, y así se olvidó del 77-60 encajado contra Obradoiro. De hecho, al descanso anotaron únicamente 8 puntos menos que en todo el partido contra los gallegos.

Y es que el primer cuarto de los blaugranas fue para enmarcar. Sacar 20 puntos al poderoso Fenerbahçe de Obradovic, con un acierto casi inmaculado, con los jugadores encima de cada contrario y de cada jugada, en definitiva ahogando a un equipo fresco, fue de trabajo encomiable. Tanto, que ni el último balón dieron por perdido y Papanikolaou, tremendo al inicio, robó para lograr el 35-15 en los primeros diez minutos.

Pero no es fácil mantener el nivel de intensidad y acierto que tuvo el Barça en el primer cuarto durante todo un partido. Seguramente, sea imposible hacerlo, y ello llevó poco a poco al partido al guión que era más predecible; el de la igualdad. Sin que el Barça bajara los brazos, más allá de lo que conlleva el cansancio, Fenerbahçe se repuso de un mal arranque y con la batería de tiradores que atesora entró de nuevo en la lucha.

De los 24 puntos que llegó a disponer el cuadro blaugrana de renta, con el 52-28 ya casi en el ecuador del segundo cuarto, se pasó a los únicamente 4 del 59-55 tras el descanso. Obra de un McCalebb excelso, con 20 puntos y prácticamente sin errar, y de unos Preldzic y Bogdanovic imparables, Obradovic obró de nuevo el milagro de resucitar a un equipo sin carácter.

Lejos de lo visto en el Fontes do Sar, el equipo de Xavi Pascual no bajó los brazos ni se borró del partido, pero es que vio que la entrega turca se igualaba a la suya, y cómo no era suficiente darlo todo para frenar a una máquina que huele a 'Final Four' ya a estas alturas, no como la de un Barça que de momento solo encuentra momentos de brillantez.

Eso sí, sin nada que reprochar a los suyos, Pascual intentó cambiar el ritmo de partido de nuevo. Ya sin ventajas cómodas, y en el fragor de la batalla cuerpo a cuerpo, quiso evitar la desmoralización de los suyos. Si no se puede correr, a zafarse atrás en defensa; si no se puede estar fino en ataque, a luchar por tener más posesiones. Así, poco a poco, se olvidaron del 0-14 en contra al inicio de la segunda mitad para empezar de nuevo el duelo.

Sin duda, los 12 puntos de ventaja local con que se llegó al inicio del último y definitivo cuarto dieron alas a los de Pascual, que no cedieron ya recuperados del latigazo turco y centrados en amarrar una victoria importantísima para sus intereses. Ser líderes de grupo pasaba en gran parte por no sucumbir de nuevo ante Fenerbahçe, que se queda ahora a tiro de piedra de los catalanes con todavía todo por decidir.