España supo sufrir para superar al anfitrión en un partido muy trabadoEspaña y en el que el conjunto español no logró despegarse en el electrónico hasta los últimos minutos. Gran parte de culpa la tuvo un excepcional Ricky Rubio que, en el último cuarto, resultó decisivo.

Tanto, que un triple suyo provocó que sus compañeros en el banquillo derrumbarán la pesada pantalla de publicidad que tenían delante al saltar todos a la vez y apoyarse sobre ella. Ese lanzamiento instauraba el 59-50 y ponía las cosas muy de cara para los últimos minutos. No es de extrañar que, a la conclusión del choque, sus compañeros recordaran en esta instantánea la emoción de ese momento.