Jugó en Los Angeles Clippers, en Sacramento, en los Knicks de Nueva York, en Philadelphia, en Phoenix, en Orlando, en Los Angeles Lakers y en los Clippers, en Memphis y en los Golden State Warriors, donde se proclamó campeón de la NBA el año pasado. Más de década y media en la NBA hasta su retirada y es ahora cuando Matt Barnes ha decidido confesar un hábito que tenía desde su etapa universitaria y que no abandonó durante su larga carrera en la mejor Liga del mundo.

Así, el alero de California, en una entrevista para TMZ Sports, narra cómo era la rutina que seguía antes de cada partido: "Teníamos sesión de tiro a las 11:00, terminábamos a las 12:00, llegaba a casa a las 12:30, me fumaba un porro, me echaba una siesta, comida, ducha y al partido".

Y todo porque en su etapa en el Instituto, anotó más de 60 puntos en un partido al que llegó habiendo fumado en las horas previas, lo que le llevó a pensar que podría ser bueno para afrontar los partidos. Pero nada más lejos de la realidad, ya que él mismo admite también que tuvo muy malas actuaciones por el estado en el que llegaba a algunos encuentros.