El entrenador del Real Madrid, Pablo Laso, ha lamentado que "hasta un niño" vio la polémica jugada final de la Copa del ReyCopa del Rey, la canasta de Ante Tomic que dio la victoria al Barça Lassa, y ha denunciado que no se trató de "un error humano" porque "no se usaron todos los recursos que se ponen en la mano de los árbitros" para decidir la validez de la acción.

"Sobre la última jugada de la Copa hay poco que decir, es algo que todo el mundo tiene muy claro y que no admite discusión. Hasta un niño ha visto la repetición y no hace falta que hable mucho sobre esa jugada", apuntó este jueves Laso en rueda de prensa, añadiendo que "la última jugada no es un error humano".

"Se decide una Copa del Rey en una jugada a falta de un segundo en la que no se usan todos los recursos que se ponen en la mano de los árbitros. Un error humano es cuando un tipo pisa la línea y no pitas fuera o cuando uno se salta un 'stop' y se pega un golpe con el coche", comparó.

El técnico dijo ser "el primero que entiende los errores humanos", ya que "todo el mundo" los comete y eso "es más que aceptable". "Cuando hablas con un árbitro te dice que puede cometer un error y es normal, estaría bueno que yo no lo aceptara. El baloncesto es un juego de errores y aciertos por parte de todos y el que no lo quiera entender es que no ve mucho baloncesto", dijo, reiterando que la última jugada no entra en esa categoría, en su opinión.

"Llevo 35 años de profesional en el baloncesto y es mi vida, mi pasión. Me alegra que haya este ambientazo aquí en la rueda de prensa, lo que no me alegra es que la mayoría estéis aquí por el bochorno de la última jugada, subrayó.

Laso, que expuso una larga reflexión sobre la final de Copa y dijo que no volverá a contestar más preguntas sobre el tema, añadió que no tiene "mucho que decir sobre la postura del club". "Hay un comunicado oficial , señaló.

Intentando pasar página de lo ocurrido el pasado domingo, el vitoriano agregó que tiene "mucho trabajo" para que su "equipo sea capaz de jugar al máximo nivel mañana" en casa ante el Bayern de Múnich, su rival en la jornada 23 de la Euroliga.

"Sabemos que tenemos que recuperarnos de un fin de semana muy intenso y mi obligación como entrenador es que seamos capaces de jugar mejor que el pasado domingo en un partido que tiene muchísima dificultad. Veo bien al equipo, concentrado. Si ganamos mañana estamos entre los ocho mejores de Europa y es un reto muy bonito", finalizó.