José Luis Dámaso, actual subcampeón de la LMB de El Salvador con el Quezaltepeque BC, se enfrenta a una situación nueva que traspasa las barreras profesionales. Confinado en casa desde hace días cuando el país registraba apenas tres casos en la crisis mundial por el coronavirus -actualmente son 24 positivos aunque sólo dos por contagio local-, el técnico valenciano ve con preocupación el desarrollo de los acontecimientos en España mientras desde la ventana de su casa ve como la policía y el ejercito ha tomado las calles.

«Desde la distancia he visto mucho caos en España, sobre todo al principio, y me preocupé por mis dos hijos y por mi madre, que tiene otra serie de patologías y es más vulnerable a una situación como esta», explica el de Nazaret. «Aquí se han tomado medidas más duras que en España y en menor tiempo, aunque con la ventaja de que se sabía lo que estaba pasando en Europa yEuropa Asia, subraya.

Tanto es así que, por ejemplo, a pesar de haberse inaugurado ya el Torneo Apertura, éste ha quedado definitivamente cancelado. «La idea es que se juegue únicamente el Clausura, señala José Luis Dámaso, para el que aunque «económicamente es difícil para todos, pero en este país es un gran mazazo. Mucha gente vive al día con unos pocos dólares que logra con pequeños trabajos o venta ambulante, y eso que ahora no lo pueden obtener al estar en casa encerrados».

En lo que respecta al baloncesto, Dámaso reconoce que «todo es muy complicado» y que pese a que muchos jugadores extranjeros han abandonado el país «nosotros los mantenemos aquí». «Están haciendo ejercicios físicos en casa para no perder la forma y también les hago controles de peso. Lo peor es que el ritmo no es el mismo y se pierde lo trabajado en pretemporada», asegura el técnico valenciano, que también aprovecha el grupo que tienen en WhatsApp para que rellenen algunos formularios y encuestas con el objetivo de conocerles mejor. «Tenemos 4-5 jugadores nuevos y con esa excusa conozco mejor a todos y los mantengo activos», concluyó.