Jordi Bertomeu, presidente de la Euroliga, indicó que tanto que esta competición como la Eurocup podrían decidirse en sendas finales a ocho siempre y cuando no se pueda retomar el formato actual como consecuencia de la crisis sanitaria producida por el coronavirus.

"Trabajamos en una alternativa como es volver a la competición en un país que esté preparado para nuestros partidos y sustituir el playoff por una 'Final Eight' que al mismo tiempo reemplazaría a la 'Final Eight' 'Final Four', señaló en una rueda de prensa telemática con medios internacionales.

Una 'Final Eight' de la que se quedaría fuera el Valencia Basket, en caso de darse por terminada ya la Fase regular, aunque se trata de una circunstancia que ni se ha aproducido ni la contempla de momento la Euroliga, cuyos planes pasan por hacer una Final Eight una vez concluidas las seis jornadas que restan, entre ellas tres como locales para el Valencia Basket, ante el Real Madrid, el Zalgiris y el Estrella Roja.

Los de Jaume Ponsarnau actualmente se encuentran clasificados en la décima posición aunque a una sola victoria del séptimo y octavo puesto que ocupan el Khimki y el Fenerbahçe de aquí que no sea descabellado lograr aún el billete para la Final Eight que daría además el pase a la próximo Euroliga.

En caso de darse por buena la clasificación actual, Bertomeu tendría que decidir si mantiene la plaza de Euroliga al Valencia Basket y al Alba Berlín, al no haber podido defender hasta el final la plaza que lograron el año pasado llegando a la final de la Eurocup.

Lo que sí garantizó Bertomeu es que la 'Final Four' no podrá tener lugar en Colonia durante las fechas previstas en un principio y confirmó que se devolverá el dinero a los aficionados que hubiera retirado su entrada por los canales oficiales. Suceda lo que suceda, no cree que estos puedan estar presentes en el desenlace de las competiciones.

"Creo que el escenario mas realista es pensar que si podemos volver a las competiciones será sin aficionados. No es realista pensar en escenarios con público en las gradas", apuntó el mandatario.

"Soy optimista de cara a la temporada que viene. Probablemente los protocolos serán diferentes pero espero que empecemos la temporada con nuestros espectadores, es mi esperanza. Si no se puede tendremos que ser flexibles y buscaremos soluciones. Espero que esta situación termine con la 19-20 y no afecte a la 20-21", añadió.

En cuanto a los plazos, dejó claro que no quieren disputar partidos en septiembre u octubre: "Creemos que no podemos irnos más allá de finales de julio. Estamos absolutamente en contra de jugar en septiembre y octubre, eso pondría en riesgo la próxima temporada".

"Posponer partidos a septiembre y octubre solo puede incrementar los problemas. Por eso creemos que tenemos que evitar estos impactos negativos en la 2020-2021. La última posibilidad para jugar partidos de Euroliga, sería en mi opinión finales de julio", manifestó.

Asimismo defendió la transparencia como principal argumento para convencer a todos los estamentos de que se puede jugar si la situación lo permite: "No vamos a proponer ninguna decisión de riesgo, eso seguro, Si tenemos que cancelar la competición, lo haremos".

Por otro lado confirmó que los clubes no podrán incorporar nuevos jugadores: "Hemos recomendado a los clubes que convenzan a los jugadores de quedarse para hacer más sencilla la posibilidad de volver a la competición. Entendemos y aceptamos la posibilidad de que algunos jugadores vuelvan a sus países de nacimiento para pasar ese momento difícil con sus familias".

"Pero eso es responsabilidad de los equipos y de los jugadores, que son profesionales y saben qué tienen que hacer. Si algunos clubes han cortado contratos no van a poder firmar nuevos jugadores y terminarán con la plantilla que tengan. Y si tienen menos efectivos de los que permite nuestra regulación, quedarán fuera de nuestra competición", expresó.