El mítico exjugador internacional de baloncesto, Fernando Romay, ha impartido una conferencia sobre baloncesto y olimpismo en la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (CAFD) de la Universidad Católica de Valencia (UCV) en la que ha presumido de ser "el único español que le ha puesto un tapón a Michael Jordan".

Romay, que formó parte del equipo que se enfrentó al quinteto de Estados Unidos liderado por Michael Jordan en la final de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984, ha asegurado entre risas que "pese a que otros grandes jugadores españoles se enfrentaron posteriormente al considerado mejor jugador de toda la historia, ninguno de ellos pudo repetir aquella acción".

La vida y carrera de Michael Jordan ha sido de nuevo noticia estas semanas por el documental The Last Dance que está ofreciendo Netflix.

En su conferencia, que se ha enmarcado dentro de la asignatura de Historia del Deporte que imparte el profesor Pablo Vidal, el pivot ha repasado sus dos participaciones en Juegos Olímpicos como jugador, en Moscú 80 y Los Ángeles 84, y una posterior como comentarista de TVE en Pekín 08.

Así, Romay ha reconocido que tuvo la oportunidad de participar como jugador en dos juegos olímpicos que, por los diferentes boicots, "iban mucho más allá de lo meramente deportivo".

Sin embargo, el deportista ha destacado que "hay una cosa que tuvieron en común ambos Juegos, que fue la demostración al mundo del poderío de cada uno de los bloques, eso sí, de forma totalmente distinta.

"Si Moscú 80 fue una demostración de las mega construcciones deportivas y del ambiente espartano, Los Ángeles 84 lo fue de los avances tecnológicos y del glamour de Hollywood, que lo envolvió todo", ha añadido.

En este punto, Romay también ha querido hacer hincapié que "tanto los Juegos de Moscú, como los de Pekín, casi tres décadas después y que fueron una reedición de los primeros, sirvieron para que estos dos países se abrieran al mundo ya de una forma importante".

Cuarto puesto en Moscú y medalla de plata en Los Ángeles

En lo estrictamente deportivo, Romay, que fue 174 veces internacional, ha destacado el meritorio cuarto puesto conseguido en Moscú, y sobre todo esa medalla de plata lograda cuatro años después en Los Ángeles.

"En el 84 pensábamos que podíamos hacer algo grande, pero el resultado superó nuestras expectativas. Más allá de la emoción de colgarnos el oro, no nos dimos cuenta de la repercusión de lo que habíamos hecho hasta que llegamos a España. El incremento de jugadores de baloncesto que hubo a raíz de aquel campeonato fue increíble, y todos los éxitos posteriores del baloncesto español tienen que ver en gran medida con aquel logro conseguido", ha asegurado.

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