Ricky Rubio se mostró autocrítico tras la abultada derrota de los Minnesota Timberwolves "Tenemos que aprender. Podemos poner un montón de excusas: somos jóvenes, bla bla bla, esto y eso. Pero una vez que pisas la cancha y juegas para un equipo de la NBA...Nuestros dos últimos partidos han sido ridículamente malos. No hay otras palabras", dijo el base español a los medios de comunicación.

En su mejor partido en lo que va de temporada, Rubio, de lo poco salvable en una noche muy desafortunada para los Wolves, consiguió 17 puntos (6 de 8 en tiros) y 5 asistencias en 25 minutos.

El encuentro contó con otros dos representantes españoles, Serge Ibaka en los Clippers (16 puntos, 8 rebotes, 4 asistencias y 2 tapones en 21 minutos) y Serge IbakaJuancho Hernangómez

Los Wolves, que fueron perdiendo por más de 30 puntos y que ya habían bajado los brazos a mediados del tercer cuarto, cosecharon así otra derrota muy dolorosa, puesto que el domingo sucumbieron por 127-91 ante Los Ángeles Lakers.

Rubio no se anduvo con rodeos tras estos dos graves tropiezos. "Lo primero, tenemos que jugar como un equipo y confiar en nuestro plan. Hoy empezamos el partido de la manera correcta, pero cuando las cosas no van como queremos todos vamos y jugamos de manera egoísta", afirmó.

"Si ves la manera en la que jugamos contra Utah Jazz (106-111 para los Wolves) o los siete primeros de hoy y lo comparas con el partido contra los Lakers o los otros 41 minutos de hoy, es como dos equipos completamente diferentes", añadió.

Rubio trazó un paralelismo entre la acumulación de fallos de su equipo y "una bola de nieve". "Cometes un error y te lleva a otro, te lleva a otro, te lleva a otro... Y no hay manera de parar eso", dijo.

Y, por encima de todo, pidió un cambio de actitud. "Hemos perdido dos partidos por más de 20 y más de 30 puntos. Tenemos que mostrar algo de orgullo", señaló. "Podemos perder partidos. En esta liga hay muchos tipos que pueden competir y que pueden ganarte, pero no podemos perder de la manera en que hicimos en los últimos dos partidos", agregó.

Rubio hizo autocrítica y también admitió que los bases de los Wolves no supieron "controlar el ritmo" del juego ni "organizar" el ataque de su equipo.

Los Wolves, con un balance ahora de 2 victorias y 2 derrotas, se medirán el viernes a los Washington Wizards

124-101: Un Ibaka espléndido destroza a los Wolves de un Rubio en ascenso

Serge Ibaka se salió en un duelo muy español de la NBA en el que Los Angeles Clippers destrozaron a unos Minnesota Timberwolves (124-101) en los que se salvó del hundimiento Los Angeles ClippersRicky Rubio.

Ibaka, totalmente consolidado como titular en los Clippers, logró 16 puntos (7 de 12 en tiro), 8 rebotes, 4 asistencias y 2 tapones en 21 minutos en los que se hizo el auténtico dueño de la pintura.

Por su parte, Rubio consiguió 17 puntos (6 de 8 en tiros) y 5 asistencias en los 25 minutos que disputó en el que, por ahora, ha sido su mejor partido de la temporada.

Juancho Hernangómez, el otro español de este encuentro, sumó 2 y 4 rebotes para los Wolves en 18 minutos.

Los Clippers venían de una humillación histórica, ya que el domingo fueron aplastados por unos Dallas Mavericks (73-124) que en el descanso les ganaban por 50 puntos (27-77).

El conjunto de Ty Lue, que ahora tiene un balance de 3 victorias y una derrota, se conjuró para dejar en el olvido cuanto antes aquel enorme tropiezo y hoy deslumbró con una actuación muy coral.

Lou Williams y Paul George, con 20 y 18 puntos, respectivamente, encabezaron la ofensiva de unos Clippers que no pudieron contar con Kawhi Leonard por lesión.

Por parte de los Wolves, que echaron de menos una noche más al lesionado pívot dominicano-estadounidense Karl-Anthony Towns y que se quedan con 2 victorias y 2 derrotas, el máximo anotador fue D'Angelo Russell con 22 puntos.

La noche pintaba bien para los Wolves en el comienzo, ya que Rubio conectó dos triples seguidos para obtener 8 puntos muy tempranos que lanzaron a su equipo (7-16).

Fue solo un espejismo. Ibaka con 4 puntos seguidos, la contundencia de Zubac en la zona y, sobre todo, la efervescencia anotadora de Lou Williams dieron la vuelta al marcador al final del primer cuarto (33-29).

Los Wolves llegaron a igualar el partido (39-39), pero su estructura se disolvió como un azucarillo debido a un parcial descomunal de 25-5 que colocó el partido ya muy cuesta arriba (64-44).

A los Clippers les funcionaba todo, desde la solvencia de George al refuerzo de secundarios como Kennard, y mantuvieron sin dificultades los 20 puntos de diferencia al descanso (70-50).

Los angelinos dominaban en cada una de las parcelas del partido, pero sobre todo sobresalieron en su efectividad al aro con un 56 % de acierto en tiros a canasta en la primera mitad.

Nada cambió tras el paso por los vestuarios, salvo que los Clippers lograron ampliar aún más su distancia hasta extremos sonrojantes (105-76).

Ambos equipos reservaron a sus figuras en un último cuarto que no tuvo ningún tipo de tensión competitiva.

Los Clippers volverán a la acción el miércoles contra los Portland Trail Blazers