Eurobasket

Francia, un rival con muchas cuentas pendientes con la selección

Rudy Gobert, en acción, en este Eurobasket

Rudy Gobert, en acción, en este Eurobasket / EFE

Luis Mendiola

Francia se erige como el peor enemigo posible para España en la final del Eurobasket 2022 de este domingo. Al potencial de la selección que dirige Vincent Collet, subcampeona olímpica en Tokio 2020, hay que añadir también las cuentas pendientes entre dos equipos que han alimentado su rivalidad hasta convertirla en uno de los grandes clásicos del continente.

Más de una veintena de batallas emergen como precedentes y el equipo de Scariolo ha sido en la mayoría de casos el vencedor. El balance es contundente: 17 victorias por solo cuatro derrotas. Algunas de ellas han sido especialmente dolorosas como la final del Eurobasket del 2011, en Lituania, cuando la Francia de Tony Parker intentó desbancar sin éxito al equipo de Scariolo, campeón ya dos años antes. Y la semifinal del 2015 también del Europeo, cuando la selección francesa cayó ante el conjunto español en Lille, en presencia de 25.000 aficionados en las gradas, en uno de los mejores partidos en la historia de Pau Gasol, imparable con 40 puntos.

Francia llegó al torneo como uno de los firmes candidatos al título y ha hecho valer su condición pese a una trayectoria irregular en el torneo, que le llevó a encajar dos derrotas en la primera fase (ante Alemania y Eslovenia) y superar con muchos apuros a Turquía en los octavos de final y a Italia en los cuartos, en dos partidos en los que necesitó la prórroga. En la semifinal, sin embargo, no dio ninguna opción a Polonia. Rudy Gobert, incorporado este verano a los Minnesota Timberwolves, se perfila como el jugador capaz de marcar diferencias con sus 215 centímetros, pero el alero de los New York Knicks, Evan Fournier (14,4 puntos de media) y el ala-pívot del Madrid, Guershon Yabusele (15 puntos de media) aparecen como las otras dos piezas claves de la plantilla francesa. Pero Collet cuenta también con notables secundarios como el base Thomas Heurtel (7,1 asistencias por partido), el pívot madridista Vincent Poirier o el el escolta Luwawu-Cabarrot capaces de romper un partido.