La selección española de balonmano, ganadora de los dos últimos Europeos, arrancó su andadura en el Campeonato de Europa de Hungría y Eslovaquia con una sufrida victoria, tras imponerse este jueves por 28-26 a la República Checa, en un encuentro en el que los Hispanos se empeñaron en estrellarse con el portero checo Tomas Mrkva.

Una falta de eficacia que poco a poco fue ensombreciendo el buen trabajo defensivo del equipo español, que pese al relevo generacional en el que se encuentra inmerso en este torno, volvió a demostrar que cuenta con una solida defensa.

Algo más parece que va a costar, por lo visto ante la República Checa, la transición en ataque, pese a las pinceladas de esperanza que dejaron tanto Ian Tarrafeta como Agustín Casado, los nuevos encargados de dirigir el juego del equipo español.

Pero como siempre destaca el seleccionador español Jordi Ribera la llegada de nuevos jugadores no sólo pondrá a prueba el talento de los jóvenes recién llegados, sino que obligará a dar a los veteranos a dar un paso al frente.

Tal y como hicieron Eduardo Gurbindo y Antonio García, que ocultos muchas veces en anteriores campeonatos ante el brillo de los Raúl Entrerríos, Julen Aginagalde o Dani Sarmiento, demostraron su liderazgo echándose el equipo a la espalda en los momentos decicivos.

En particular un Antonio García que con sus goles en los minutos finales permitió a España alzarse con un triunfo (28-26) que debe servir a los Hispanos como el punto de partida para no dejar ya de crecer.

Sabedor de la importancia de arrancar el torneo con una victoria el conjunto español no dudó en apelar desde el principio a su mejor arma, la intensidad defensiva, el pilar sobre el que se han sustentado los recientes éxitos de los"Hispanos.

Un trabajo en el que brilló la pareja que conformaron en el eje de la defensa Gedeón Guardiola e Iñaki Peciña, uno de los cinco debutantes que presenta España en este Europeo, que demostró que puede ser un relevo de garantías para el añorado Viran Morros.

De hecho, la defensa fue la encargada de sustentar en los minutos iniciales de un encuentro, en el que los de Jordi Ribera demostraron que si el relevo generacional no ha mermado su solidez defensiva, la transición en ataque requerirá algo más de tiempo.

Sin la fluidez necesaria para hacer llegar el balón en ventaja a sus extremos y pivotes el ataque del conjunto español quedó reducido a lanzamientos lejanos de Antonio García y Jorge Maqueda, que se estrellaron una y otra vez con un inspirado Tomas Mrkva, que a los ocho minutos de juego ya contabilizaba cinco paradas.

Una circunstancia que permitió a la República Checa adquirir a los diez minutos una ventaja de dos goles (2-4), que si en campeonatos precedentes se hubiera considerado una anécdota, en esta ocasión ponía a prueba la fortaleza mental del renovado equipo español.

Pero España siempre puede confiar en su defensa, que subió un punto su intensidad para ahogar definitivamente al ataque de la República Checa, que tardó más de seis minutos en volver a marcar.

Un solidez defensiva que permitió a los Hispanos dar por completo la vuelta al marcador con un parcial de 4-0 que situó a los de Jordi Ribera con una ventaja de dos goles (6-4) superado el ecuador de la primera mitad.

Mejoría que poco a poco se fue trasladando también al ataque, donde el joven central Ian Tarrafeta volvió a dejar, como con una preciosa finta o un extraordinario pase al pivote, muestras del enorme talento y, sobre todo, del gran futuro que le aguarda en la selección.

Un paso adelante de Tarrafeta que encontró a su mejor socio en un Eduardo Gurbindo, que no sólo volvió a demostrar su inteligencia para saber en todo momento lo que requiere el juego, sino que se desveló como un certero goleador con los tres tantos que anotó en el primer parcial.

Con Tarrafeta y Gurbindo dinamizando el juego ofensivo la selección española dio un nuevo acelerón en el marcador aprovechando las exclusiones de Stanislav Kasparek y Vaclav Franc para situarse con una máxima renta de cuatro tantos 12-8, que se quedaron en tres (14-11) al llegar el descanso.

Un receso que no pudo sentar mejor al guardameta checo Tomas Mrkva, que la próxima temporada jugará en el todopoderoso Kiel alemán, que como ocurrió en el inició de la contienda se encargó de frustrar con sus paradas a los jugadores españoles.

Si en la primera parte el portero checo demostró su solvencia ante los lanzamientos lejanos, en la segunda evidenció su efectividad a los disparos de seis metros, contabilizando hasta seis intervenciones en los diez primeros minutos del segundo parcial.

Hecho que redujo la ventaja del conjunto español a tan solo dos goles (17-15) condenando a los de Jordi Ribera a un encuentro mucho más duro de lo esperado ante una República Checa cada vez más crecida con las paradas de su guardameta.

De hecho, sólo Gurbindo, que sumó otros tres tantos en la segunda mitad, pareció capaz de batir al portero checo, como se demostró en el momento en el que el lateral navarro tuvo que abandonar la pista para tomar un respiro.

Sin Eduardo Gurbindo el ataque español volvió a carecer de un finalizador, incluso con dos y tres jugadores más, como los que contó por momentos, por las exclusiones de un equipo checo cada vez más agresivo en defensa.

Problemas ofensivos que permitieron al equipo centroeuropeo situarse a tan sólo un gol (21-20) a falta de menos de unos diez minutos finales que España arrancó con un hombre menos por la exclusión de Iñaki Peciña.

Momento de la verdad en el que irrumpió otro de los debutantes en el torneo, el central Agustín Casado, que con dos tanto casi consecutivos (24-21) pareció dar aire al equipo español, aunque si hubo un protagonista en los minutos finales ese fue el veterano Antonio García, que con sus goles finales aseguró la victoria (28-26) del equipo español.

Ficha técnica:

28- España: Pérez de Vargas (1); Aleix Gómez (4, 3p), Maqueda (2), Gedeón Guardiola (-), Peciña (-), Antonio García (3) y Ángel Fernández (3) -equipo inicial- Corrales (ps), Gurbindo (6), Solé (2), Figueras (3), Cañellas (1), Casado (2), Ariño (), Tarrafeta (1) y Sánchez-Migallón ()

26 - República Checa: Mrkva; Jurka (1), Kasparek (3), Babak (5), Becvar (1), Hrstka (6, 3p) y Reichl (3) -equipo inicial- Mizera (ps), Piroch (2), Cip (1), Petrovsky (2), Vanco (-), Klima (-), Patzel (1), Solak (1) y Franc (-)

Marcador cada cinco minutos: 1-1, 2-4, 5-4, 9-7, 12-9 y 14-11 (Descanso) 15-13, 17-15, 20-16, 21-19, 25-22 y 28-26 (Final)

Árbitros: Pavicevic y Raznatovic (MNE). Excluyeron por dos minutos a Cañellas y Peciña por España; y a Kasparek (2), Franc, Petrovsky, Becvar, Patzel y Solak por la República Checa.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la primera jornada del grupo E de la primera fase del Europeo de Hungría y Eslovaquia disputado en el Ondrej Nepela Arena de Bratislava.