Que el espíritu del deporte se ha perdido en la actualidad es una realidad. Ya nada o muy poco queda de aquella famosa premisa "lo importante es participar". Hoy en día, lo importante es ganar a toda costa, cueste lo que cueste. Por suerte, aún podemos rescatar algunas excepciones que nos devuelven la esperanza del regreso de los valores del deporte: compañerismo, empatía y amistad. En esta ocasión, los protagonistas no son otros que unos niños, en concreto, el equipo infantil B de fútbol del Barcelona.

Los pequeños jugadores ganaron el partido con un gol de Xavi Planas y se adjudicaron el World Callenge Cup en Tokio. Nada más acabar el encuentro, los futbolistas del Omya japonés se sumieron en un mar de lágrimas por haber perdido el campeonato del que eran anfitriones.

En una sincera muestra de deportividad, los canteranos del Barça consolaron cariñosamente a sus rivales en el terreno de juego. Unas tiernas imágenes que se han difundido en las redes sociales y que han sido muy valoradas en Japón.