Un grupo de niños se baja del autobús escolar en mitad de la carretera en Herad, Vest-Agder (Noruega). Uno de ellos se dispone a cruzar cuando un camión aparece frente a él. El conductor logra frenar a tiempo demostrando grandes reflejos y evitando de esta manera que la anécdota se convirtiera en tragedia.