El trabajo de los reporteros a veces conlleva sorpresas y riesgos. Y algunas de ellas no son del todo muy agradables, como le ha ocurrido a este periodista de la BBC cuando entrevistaba a un grupo de nadadores ingleses.

Quería hacerlo desde el escalón de dentro de la piscina pero no ha calculado bien los pasos y ha terminado metiéndose casi por completo en la pileta.

Rápidamente ha salido y ha continuado hablando como si nada hubiese ocurrido. Aunque le ha resultado difícil conseguir que sus entrevistados hablasen sin que la risa se apoderase de la conversación.