Uno se expone a ciertos peligros cuando se deja una puerta abierta de su vivienda. El que se encontró una mujer de Ashland (Oregon, EEUU) el pasado 8 de julio fue decididamente más grande que el habitual mosquito veraniego: nada menos que un puma echándose la siesta en su sofá.

El relato y las imágenes de la experiencia ya han sido compartidas más de 23.100 veces en Facebook. El animal se detuvo a beber en un estanque cercano antes de entrar en la vivienda, tal y como recogió en su perfil de Facebook la mujer, Lauren Taylor. Dado que "la habitación tiene plantas enormes y escaleras construidas imitando las ramas de los árboles, el animal probablemente no se dio cuenta de que estaba en un espacio cerrado hasta que estuvo ya dentro", relató.

Una de las compañeras de piso de la joven fue la primera en encontrarse cara a cara con el felino. Ante sus gritos, el animal se escondió tras el sofá. En vez de llamar a la Policía o a la Guardia Forestal, la mujer se asomó por la ventana y "echó (al puma, cuando este se despertó) una mirada afectuosa que comunicaba confianza a través de los pestañeos". La táctica de Taylor, que en su 'post' de Facebook dice tener "mucha experiencia trabajando con animales y energías", funcionó: el animal procedió a seguir dormitando.

Tras seis horas de siesta, Taylor utilizó una técnica todavía más peculiar para sacar al felino de la vivienda: le indicó que camino seguir para abandonar la vivienda con un tambor. Aunque la mujer insiste en que no pretende promover los contactos entre humanos y pumas con su aventura, los comentarios que ha recibido su particular crónica son unánimes: "Este gatorrón eligió definitivamente la casa acertada para echarse una siesta".

Consejos para enfrentarse con un puma

La Asociación de los Pumas estadounidense recomienda, en caso de encontrarse con un puma, "parecer lo más grande posible". "Ábrete la chaqueta. Levanta los brazos. Muévelos despacio", explican en su página web.

El organismo continúa aconsejando "gritar, golpear el bastón que uno utilice para caminar o la botella de agua" y en general "emitir cualquier sonido que el puma no pueda confundir con el de una presa". Según la Asociación, hay que "actuar desafiantes" y no correr, sino "aumentar la distancia entre el animal y la persona poco a poco". Si todo esto falla, "hay que defenderse, protegiéndose el cuello y la garganta".