En Indonesia, un funeral se convirtió en un contexto de gran impacto por un suceso totalmente inesperado. Durante el funerario, el cuerpo depositado en el ataúd comenzó a moverse y a saludar a los presentes mientras estos lloraban su supuesto fallecimiento.

El hecho ocurrió en la ciudad de Manado, provincia de Célebes Septentrional del país del Sudeste Asiático, y en el fragmento audiovisual, mientras el sacerdote recitaba un verso bíblico, y sin que nadie se diera cuenta, salvo el camarógrafo, la persona depositada en el féretro empezó a hacer gestos segundos antes de que el vídeo finalizara.

Al parecer, sufrió catalepsia, un trastorno que provoca una parálisis corporal en la que las funciones vitales cardiaca, respiratoria y neurológica permanecen en un mínimo de actividad.