"Mi paso por el reality ha hecho que salga mucha información sobre mí y se muestre un José Antonio del que no estoy orgulloso. Hay que hacer frente a los hechos". Esas fueron las palabras de José Antonio Avilés a Ivana Icardi, última expulsada de Supervivientes y que todavía no conocía las grandes mentiras del colaborador de Viva la vida, y también exconcursante. "Va a sonar muy mal. Y me cuesta decirlo aquí. Ha salido a la luz una vida paralela que lo único que demuestra es que he sido un drogadicto a la mentira. Ha salido todo a la luz. Hay una serie de víctimas por mis mentiras", señaló Avilés, quien en una entrevista en su programa, con Emma García, reconoció que ya está pagando las deudas que tiene.

En ese sentido, Avilés, que en su primera entrevista con Jorge Javier Vázquez se mostró como el hielo y sin un ápice de arrepentimiento, en la segunda no dejó de llorar y optó por otra estrategia bien distinta. Es más, algunos apuntaban a su intención de dar pena para poner freno a todas las críticas por las presuntas estafas que ha cometido. "He dado un paso atrás y he decidido ponerme en manos de profesionales que me ayuden. Tú ya me dijiste en la playa que no necesitaba mentir para demostrar quién era y ahora desde hace unos días estoy en terapia con una psicóloga de aquí. Me he puesto en manos de profesionales y el primer paso es reconocerlo", explicó, para después apuntar al bullying que le había hecho ser así. Algo que luego matizó. "Miles de personas han sufrido bullying y no han hecho daño", señaló.