El ex jugador de Chicago Bulls, Dennis Rodman ha sorprendido de nuevo a todo el mundo con sus declaraciones sobre la vida que llevaba como baloncestista profesional. Durante la emisión de documental sobre la vida de su compañero Michael Jordan 'The Last Dance' ya se pudo observar lo especial del carácter del que fuera ala pívot en Detroit o Chicago, entre otros.

Rodman ha reconocido su "adicción al sexo" y que se ha acostado con "más de 2.000 mujeres, de las cuales al menos 500 no eran prostitutas”. El que fuera pareja de Madonna no se cortó al reconocer que el Berto Center, lugar entrenamiento de los Bulls, se lo conocía al dedillo: "Tuve relaciones sexuales en todas y cada una de las habitaciones del Berto Center. En la sala de pesas, en la cancha de entrenamiento... era una locura. Cuando lean esto mis compañeros van a decir ¡maldición! pero lo cierto es que nos fue bien”.

Sin embargo la declaración más llamativa de Rodman fue cuando reconoció que "se le rompió el pene 3 veces": "Estaba en un fiesta. Fiesta, fiesta, bebe, bebe, fiesta, fiesta, tú ya sabes… Yo y mi chica acabamos en una cama king size, dentro del barco. A ella le encanta tener sexo. Me dijo que quería intentar algo nuevo: que fuera corriendo y saltara sobre ella. Así que yo corrí, corrí y corrí, y salté. Y literalmente se rompió. Había sangre por todas partes. Ella se puso pálida. Se puso a gritar: ‘Dios mío. Ha muerto. ¡Yo lo maté!‘. Pero yo traté de calmarla: ‘No, cariño, me he roto el pene’”, relata sobre la primera ocasión.

Segundo 'problema para Rodman: "Jugaba para Detroit, contra los Rockets. Y una chica tomó un avión para verme. Cenamos juntos y dejó unos libros sobre la mesa. Le pregunté de qué se trataban. Me dijo que enseñaban 10 maneras de satisfacer a un hombre. Yo dije ‘bendita seas’, y nos pusimos a tener sexo, hasta que me dio un golpe con las nalgas que me rompió el amigo. ¡Había sangre por todos lados! Y ya no pudimos seguir”.

La última ocasión: “Fui a la habitación del hotel, tuvimos sexo, y sucedió de nuevo. Tuvieron que llevarme al hospital. La enfermera fue trayendo médicos para entender qué me había pasado. Al final había ocho médicos alrededor mío. Les dije que yo sabía qué tenía. Pero insistían en que querían cuidarme, que yo me encontrara bien. Al final me diagnosticaron una ‘contusión de pene’”.