El estreno de 'Love Island' llegó este domingo 11 de abril. No tienen muchas posibilidades de batir la audiencia que logró Telecinco con 'La Isla de las Tentaciones', pero quizá logren unos buenos picos en los canales secundarios de Atresmedia. Ya se sabe, en esta cadena no hay una cantera de telebasura tan grande como en su competencia. Que si Gran Hermano, que si Mujeres y Hombres y Viceversa, que si Supervivientes...

El primer programa trajo consigo numerosas sobreactuaciones de los participantes, que buscan hacerse un hueco en un mundillo en el que pocas cosas importan más allá de llamar la atención. Broncas, cuernos, un poquito de carne y a crecer en sus perfiles de RRSS a costa de jóvenes 'ninis' que sueñan con ser como ellos.

A todo esto le faltaba un poco de empaque y alguna cara conocida. Pues bien, a falta de participantes con cierto CV mediático, la apuesta principal fue por Cristina Pedroche. La vallecana no ha destacado nunca por ser una gran presentadora ni contertulia, tampoco por ser la más inteligente, guapa ni elegante, pero nadie puede negar que tiene un 'nosequé' que triunfa. Un buen cuerpo, una sonrisa y un gran desparpajo hace que cualquier vestido, por horrible que sea, atrape la cámara. Y así fue. Pedroche se vistió de Cupido y ello ya lo convirtió en noticia. Una prenda de dos piezas con varias alas blancas y unos zapatos rojos, como si fuera a presentar unas campanadas en pleno mes de abril.