La pandemia se ha llevado más de 110.000 vidas en España y ha empujado al hundimiento de miles de negocios, con el consecuente crecimiento de la destrucción de empleos. Los ERTE han logrado un pequeño paréntesis en los despidos que llegarán, pero la suavización de las medidas restrictivas podrían maquillar la crisis del sector de la hostelería.

El ritmo de vacunación marcha lento y parece complicado acercarse al 70% para lograr la inmunidad de rebaño en ninguna de las CCAA para verano, pero en cualquier caso complementa la Incidencia Acumulada oficial de la Comunitat, la más restrictiva con las medidas sociales. Ximo Puig ha visitado este sábado el punto de vacunación masiva de València situado en la Ciutat de les Arts i les Ciències que empezará a funcionar a partir de este lunes, justo cuando podrían empezar a faltar las dosis recibidas.

Tras semanas de protestas por parte de los profesionales de este sector, tan perjudicado por la pandemia, la hostelería puede atisbar una luz al final del túnel. Puig ha anunciado que la semana que viene se reunirá la Mesa Interdepartamental para valorar suavizar las restricciones a bares, cafeterías y otros establecimientos del sector.

Actualmente la hora de cierre de la hostelería es a las 18h y los aforos están limitados al 30 % en el interior del local y al 100 % en las terrazas con un máximo de 6 comensales por mesa. Está claro que no se tratan de medidas suficientes para mantener activos todos los negocios. Sin embargo, el presidente ha querido dejar claro que si se produce algún avance en la ampliación de horarios o aforos "no será un cambio disruptivo".