Un matrimonio francés que reside en Gard, Catherine y Roger, se fueron con su perro Pablo de vacaciones a Italia con una autocaravana. Volviendo a Francia realizaron una parada en Saboya, donde el perro salió a dar un paseo. Cuando la pareja se percató de que Pablo tardaba demasiado en regresar empezó a preocuparse.

Viendo que el perro no aparecía, se alojaron en la casa casa cercana de unos familiares que les permitía estar más cerca del lugar donde había desaparecido Pablo por si acaso apareciese. La sorpresa fue cuando un vecino de Catherine y Roger que conoce al perro les mandó una foto del animal en la puerta de su casa. Parecía increíble porque el domicilio del matrimonio francés se encuentra a unos 380 kilómetros de distancia del lugar donde desapareció Pablo.

En cuanto recibieron la noticia, los franceses regresaron a su casa e inmediatamente le pusieron un collar a Pablo para no volver a tener un susto igual.