Como llevo demasiado tiempo denunciando los abusos de los medios de comunicación madridistas —situación que aunque me da igual me ha supuesto una inmerecida fama de poco inteligente más allá de Cuenca— y como por otra parte me encanta ir contra corriente y partirme la cara metiéndome en camisa de once varas, pues ahora que todo el mundo está indignado con la prensa de allá por la M30, ahora precisamente es cuando yo no rajo de ellos, que ya rajan algunos de los que, por otra parte, han contribuido a mi ya mencionada e inmerecida fama de poco agraciado mentalmente...

¿Pequeñas?

Hoy prefiero entrar a valorar pequeñas fugas que detecto en el Valencia que me dan que pensar, por ejemplo, con la portería. Venga o no venga Moyà, renueve o no renueve César —que ya ha renovado— y se quede o se vaya cedido Renan, me hago una pregunta: ¿Qué hubiera pasado con la portería si no aparece Llorente? Da la impresión de que la figura de Llorente ha servido para que Emery diga sobre Renan lo que no se atrevía a decir, con lo se ha hecho pública una divergencia futbolística. Pero no seamos ´tocapelotas porque sí´ y pensemos que la diferencia de opiniones sobre un futbolista es normal y hasta puede resultar enriquecedora, lo que no es normal es que esa diferencia estuviera escondida... (A quien corresponda háganselo mirar, pero por lo que sé, no veo a Llorente como a Soler con Quique y Carboni. Ah, de fidelidades no vuelvo a hablar aunque me gustaría, ahora lo que prima es quién rinde y quién no rinde. Es la teoría Llorente).

Quien decida bien

Por lo tanto, no estoy diciendo que el problema está en que ahora pesa más la decisión de Emery o que Fernando pinta menos. Eso no es problema si se decide bien. A mí me da lo mismo si Fernando hace unos meses tenía que cambiar de arriba a abajo la plantilla y la tenía que cambiar en unas condiciones muy concretas —sobre todo en lo que a la pela se refiere— y si ahora su papel se limita a dar nombres que luego el entrenador se puede pasar por el forro, siempre hablando en términos futbolísticos. Me da igual quién corta el ´bacalao´ siempre y cuando lo corte bien —soy de los que piensa que los entrenadores deben entrenar bien y formar un equipo y los ´fichadores´ deben fichar bien—, pero darle todo a un entrenador plantea dudas. Dicho con ejemplos: ¿Dabo/Sergio Sánchez o Bruno? El club debería elegir al que le dé más opciones de cara al futuro. El entrenador elige al que más conoce y el que más garantías de rendimiento inmediato le ofrece, —lógico— Bruno. Y por la misma cuestión, entre Granero y Emaná el entrenador elige a Emana. Para dar una respuesta clara a estas preguntas es preciso saber si el club está por la labor de un proyecto o si la necesidad económica le apremia tanto que tiene que meterse en Champions como sea... ¡Qué dilema! (Ah, mantener el mismo criterio te hace ganar en credibilidad...)