Hay un tipo que se llama George Orwell que ha escrito cosas interesantes. Mejor dicho, ha escrito cosas que hacen pensar. En uno de sus libros, este hombre imaginó un mundo en el que no se podía pensar, un mundo en el que el individuo no existía como tal porque su existencia solo tenía sentido como miembro de una comunidad de iguales. Aquel era un mundo sin religión y sin política —la verdad es que un mundo sin políticos suena atractivo— en el que no se podía consumir ni literatura, ni música puesto que no existían ni la una ni la otra. La creación estaba prohibida porque requiere de un ejercicio de libertad mental sumamente peligroso ya que puede llevar al individuo a ser consciente de su realidad. ¡Peligro!

La neurona preguntona de George Orwell imaginó también una Policía del Pensamiento para que nadie pudiera pensar algo que no estuviera en consonancia a la verdad establecida. Se inspiró en regímenes totalitarios como el nazismo, donde la mentira repetida hasta la saciedad se transformaba en verdad, e ideó una especie de gran Ser Superior —¡Florentino!— que todo lo ve al que llamó Gran Hermano. Es este Gran Hermano en quien se inspiraron los programas de televisión para poner a unos cuantos en una casa vigilándolos todo el día—. Lo curioso del asunto es que George Orwell logra lo contrario de lo que en principio parece que te está contando, —y por ahí es por donde uno se quita el sombrero y es plenamente consciente de su insignificancia en este oficio de ´arrejuntar las letras´; transmitir lo contrario de lo que estás escribiendo, ¡qué difícil!—, decía que lo curioso es que Orwell cuenta un mundo en el que está prohibido pensar y lo que consigue precisamente es hacerte pensar... De hecho, lo que nos dice es que pensemos y que digamos lo que pensamos.

Ayer leí lo siguiente en un periódico de allá por la M30: «¿Será todo un teatro y Villa terminará en el Real Madrid?». Al más puro estilo de repetir y repetir la mentira quieren que prenda la semilla de la duda para hacernos creer su verdad mentirosa. (Antes de contarles mis pensamientos frente al mar junto a una cerveza mientras escuchaba Barricada, quiero decir que para esta gente el Valencia no tiene ninguna credibilidad, porque el otro día volvió a salir públicamente Bruixola a decir que el objetivo del Valencia es quedarse con el Guaje y que no hay ni oferta, ni negociación. En fin...)

Pues eso, que me puse a pensar y a pensar mientras sonaba de fondo la canción ´Bajo control´ y me dije: «¿Esta gente utilizará el mismo rigor para todo? Quiero decir, cuando hablan, escriben y opinan sobre cuánto ha subido el paro, o cuando escriben sobre las guerras de los americanos, ¿también opinan con la misma ligereza?». Y pensé: «Voy a dejar de pensar porque, efectivamente, pensar puede ser peligroso. Prefiero cantar...».

¡El adoquín de la calle es quien enseña, y en la ciudad ya se puso el sol. Creas o no, bajo control. Creas o no, apesta fuerte! Bajo control, creas o no...!