Debutó Isco en la selección absoluta española „esa que probablemente es la mejor selección de la historia y si no lo es poco faltará„. Vale que era un partido amistoso, pero muy culón no deber ser para compartir equipo con Fàbregas, Iniesta, Silva y esta gente. Más allá de que el chaval no parece demasiado agradecido al equipo que ha contribuido a que ahora sea jugador de fútbol „no me gustaron nada sus declaraciones después de que el Málaga le metiera 4-0 al Valencia de Pellegrino„, cierto debate se tiene que montar después del dato con el que comienza el texto. Dicho esto, si alguno piensa que voy a reabrir el debate de Isco, quede tranquilo porque va a ser que no. Del malagueño ya se ha dicho todo lo que se tenía que decir. Al menos yo. Prefiero pensar que aunque nos ponga de muy mala leche, en poco tiempo han pasado dos cosas que en las narices del señor Llorente, que a la fuerza tiene que aprender. Una fue la llegada de Valverde. No se engañen, no lo fichó el presidente, mas bien se vio acorralado por los cánticos de Mestalla y lo caótico de la situación „aquel sábado en que el Valencia de Pellegrino hizo el ridículo ante la Real Sociedad mostrando síntomas más que preocupantes„, y por primera vez y presa de la debilidad hizo caso a los consejeros y aceptó que su director deportivo tomara las riendas de la crisis deportiva. El elegido por Braulio fue Valverde. Poco más que hablar. Si acaso añadir que en lo que se refiere al gallego no hubo terna. Solo un nombre. Contrato hasta que terminara la temporada y si fracasa el entrenador van los dos juntos de la mano, pensó Llorente. Ayer quiso el destino que el presidente fuera espectador de lujo en el debut de Isco con España y esto solo puede tener una lectura; la providencia le enseña el camino „está por ver si llega a tiempo„. Sé que entre medias hemos perdido muchas energías y un gran jugador, pero uno hace un par de llamadas y se da cuenta de que al presidente se le vienen tantos marrones sociales y económicos durante el tiempo que le quede en el cargo „y eso puede ser mucho o poco„, que entre unas cosas y otras, tengo la esperanza de que de una vez por todas deje de meter baza donde no toca. Alguno dirá que es poco, pero hay veces que poco es mucho, y en este caso, es muchísimo. Por cierto, parece ser que Gago jugó anoche muy bien con Argentina. Pues eso, que aquí no quería. ¡Que pronto lo caló Valverde!

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