Se puede tirar a un entrenador después de que su equipo pierda un partido que por ocasiones debió ganar 2-5? En teoría no, pero es una pregunta demasiado simple. Detrás del partido que pierde el Valencia ayer de manera injusta hay muchas más cosas. Djukic no falla los goles, es evidente, -como dijo el señor portavoz del consejo del Valencia, el amigo Bonmatí, «no tira los penaltis»- pero sí es el entrenador de un equipo que es una castaña y que recibe goles con una facilidad que asusta. Miro la clasificación y repaso las estadísticas del Valencia y me quedo frío. Y con cara de gilipollas cuando escucho aquello de que toda la culpa es de los jugadores... Claro, claro, ¿qué va a hacer el pobre entrenador? Nada, no puede hacer nada porque los futbolistas del Valencia son tan malos, que el hombre no tiene responsabilidad alguna... ¡Bastante hace con que no estamos en descenso! De hecho, después de ver al Elche y los jugadorazos que tiene, todavía no entiendo por qué Amadeo Salvo no le ha ofrecido la renovación de por vida a Djukic porque el jugo que le está sacando a lo que tiene pone de manifiesto el pedazo de entrenador que es, y no como Fran Escribá, que si no fuera por los futbolistas, lo habrían tirado ya a la calle. Y tiene razón Djukic cuando dijo ayer en rueda de prensa eso de que «hay que seguir por este camino de hacer las cosas bien y mejorar...» porque es un escándalo lo claras que tiene las ideas este equipo, lo que pasa es que los futbolistas son unos ´mantas´ y encima ayer tuvieron la mala suerte de no acertar en los goles... Porque claro, aquí el problema está en que no tenemos un delantero centro como Dios manda que cada pelota que le llegue haga gol, que por otra parte, sí tienen equipos como el Elche, Getafe, Villarreal, Levante, Granada o Athletic, que son equipos que, algunos de ellos, están por delante del Valencia. Porque claro, los jugadores del Valencia son todos malos, ¡todos! No hay ni uno que juegue bien. Pero que todos estén mal no va a ser culpa del entrenador, es culpa de todos los jugadores, que se unen contra Djukic porque además de malos futbolistas, son malas personas. ¿Qué queremos, que cuando juega el Getafe en Villarreal un jueves el entrenador vaya a ver jugar en directo al que será rival del Valencia solo unos días después? No hombre no, que somos el Valencia y ganamos igual -de hecho ganamos en Getafe, lo que a estas alturas no sé si fue bueno o si fue malo-. Total, sabe que el presidente no lo va a tirar... Por lo tanto, presidente y entrenador pueden seguir diciéndole al mundo y a todos los que les quieran escuchar que los jugadores son unos mercenarios y unos vividores, que son los responsables y que ellos dos no tienen culpa de nada porque son unos fenómenos. Espero que con la llegada de Rufete, el presidente se olvide del equipo y se dedique a buscar inversores para acabar el estadio. Eso, o nos hunde. Solo un iluminado es capaz de no darse cuenta de cuál es la medicina que necesita AHORA el equipo. Eso sí, culpables son todos, jugadores y entrenador. Y presidente, claro. Pero medicina solo hay una...Fútbol.

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