Aprendiendo a luchar y a no perder

Un equipo no se hace en una semana ni en dos, pero sí se puede analizar lo que el equipo transmite en esas dos semanas. Sé que es a toro pasado y que es fácil decirlo ahora, pero estoy convencido que para el Valencia como EQUIPO es mejor el empate logrado en Sevilla „fundamentalmente por la manera en que se logró„ que, por ejemplo, haber ganado 0-1 con la ocasión que Piatti tuvo y que se estrelló en los dos palos. Parto de la base de que en el mes de agosto, lo mismo da tener un punto que tres, pero no es lo mismo ganar un punto contra todo pronóstico y gracias al esfuerzo de todo el equipo para poder superar todas las adversidades, que ganar tres puntos de una manera facilona, que es probablemente lo habría pasado si la de Piatti entra, porque el Sevilla de Emery, al margen de la flor, no demostró nada más. Esta pequeña locura la fundamento en que para mi, el principal problema que puede tener el Valencia en este arranque de temporada es que es un equipo joven „a falta de lo que está por venir„, y basándome en eso es más importante llenar la cantimplora de la confianza en el grupo y en que el trabajo realizado tiene fruto frente a las adversidades, que llenar sin más la cantimplora de puntos pensando que el siguiente partido será más fácil. Ya sabemos que vamos a tener que sufrir para ganar, y esa es la mejor noticia. La celebración de los jugadores y el entrenador al final del partido me dan la razón. Dime tonto, pero el pasado domingo no solo aprendimos a luchar y aprendimos a no rendirnos como EQUIPO de fútbol, aprendimos sobre todo a no perder.