La realidad del Valencia como equipo de fútbol es que hoy puede ganar al Granada porque los jugadores saben perfectamente lo delicado de la situación, pero no sé si es la solución a medio plazo, quiero decir que no sé si es la solución a medio plazo que los jugadores ganen por empeño. El Valencia puede ganar hoy pero no sé si volverá a adquirir un nivel competitivo como equipo, -en el sentido colectivo de la palabra-, que le haga ganar los suficientes partidos como para que el valencianismo y la grada olviden todo lo que ha pasado desde Rodrigo Caio -al que podríamos decirle aquello de «¡contigo empezó todo!»-. Insisto en esta idea; el Valencia puede ganar hoy hasta con comodidad al Granada porque los futbolistas se empeñen, pero más allá de su empeño me temo que no hay nada. Nuno no tiene quien le defienda ahí dentro porque primero falló a la hora de elegir los líderes, -falló en la forma y en el fondo- y después, falló en decisiones más estrictamente futbolísticas -como la táctica elegida, la alineación o la lista de convocados-, y cuando falló en lo futbolístico llegaron los malos resultado, y con la falta de resultados llega la desconfianza y aflora el egoísmo de cada jugador. Y ahí, en medio de esa guerra, el entrenador del Valencia encuentra pocos jugadores con personalidad que den la cara por él, porque ahora hay que tener mucha personalidad para salir al medio del grupo y decir «chavales, esto tenemos que sacarlo por el entrenador». Es así de claro, nadie se atreve a dar la cara por él en estos momentos y él lo sabe.

Por ello, y porque quiero imaginar que los jugadores del Valencia leen estos artículos los días de partido como hoy mientras dejan pasar el tiempo en el hotel de concentración, les digo a todos y cada uno de ellos; futbolistas del Valencia, hoy tenéis que dar un paso al frente por los valencianistas. Pensad en ellos y en nadie más y ganad al Granada. Dejad de lado diferencias y bobadas por el estilo y recordad que vuestra existencia como futbolistas de élite, no digo como deportistas, digo como futbolistas de élite y los privilegios que ello conlleva, se debe gracias a los aficionados que sufren por su equipo. El fútbol es de los futbolistas y de los aficionados, así que ya está bien de darles disgustos, y salid a Mestalla, ganad el partido y haced que la gente tenga un fin de semana tranquilo. ¿Seréis capaces? Hoy no podéis fallar.