He tenido que hacer lo que no me gusta hacer, esperar un par de horas desde que termina el partido para escribir. Y lo he tenido que hacer por mi bien. Habitualmente escribo en cuanto acaba porque así lo hago como me gusta, casi de manera espasmódica y a borbotones, porque ya sea en la victoria o en la derrota, sale lo que llevo dentro de verdad, sin filtros, lo que siento más que lo que pienso y me gusta escribir más lo que siento que lo que pienso. Ahora cuando escribo esto ya puede más el cerebro que el corazón, por eso decía que he esperado un par de horas por mi bien, porque aprendí de la vez que un jugador del Valencia se plantó en la redacción del periódico para hablar „´amistosamente´ pero hablar en definitiva„ conmigo después de algo que escribí sobre él. Quiso la casualidad que yo no estuviera esa mañana en la redacción y aquí ando ahora, con el freno de mano puesto. Aún así, no se vayan a pensar que estoy relajado, simplemente me debato entre decir que los futbolistas del Valencia no tienen sangre ni vergüenza, o ser valiente y ponerme frente al toro para decirle otra vez a quien quiera leerme que hay que apoyarles hasta que la cosa esté solucionada o no tenga remedio, y ahí, en ese preciso instante, decir sin miedo quién se borra de una manera lamentable. En estos momentos no sé si hay alguien en el Valencia que tenga las narices suficientes para salir en público a pedir a los aficionados que el domingo que viene hay que ir a Mestalla con buen ánimo porque este equipo a la primera bronca se viene abajo, por ello no tengo ningún reparo en hacerlo yo. Me da lo mismo. Sé que este domingo, de buena mañana, mientras esté paseando a mi perro tratando de desconectar durante un tiempo, Vicente Almagro y alguno más me dirá por redes sociales que se sienten ofendidos cuando leen que les pido que animen a unos jugadores que arrastran el escudo del Valencia de manera tan infame, pero lo hago por un sentido del deber que creo mío no sé muy bien porqué. Del partido poco puedo aportar: si acaso que cuando se pone cuesta arriba somos unos incapaces.

PD: Futbolistas del Valencia, sé lo que pensáis de Ayestaran y del asunto de Sorlí, y no digo que no tengáis parte de razón, pero tenéis en vuestras manos algo que se llama Valencia CF, ¿de verdad queréis pasar a la historia por llevarlo a segunda división? Dejaos de gilipolleces.

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