Llega algún día después de lo prometido, pero como siempre, mal y tarde, la tenéis aquí porque me comprometí a ´arrejuntar algunas letras´ sobre Peter Lim, la afición y el interés de algunos en que Mestalla le pinte la cara al propietario. Esto no va con los aficionados, a los que entiendo disgustados, desencantados y enfadados con el dueño del Valencia porque esto no es lo que esperaban. Lo de hoy va de aquello que se conoce como ´entorno´, y concretamente de una parte de ese ´entorno´ de periodistas y opinólogos, que en el moderno lenguaje de ahora se llama ´influencer´. Esto no es más que una reflexión personal parida tras hablar con aficionados del Valencia en plena calle, y digo que en plena calle porque es literal, es lo que he olisqueado durante las fiestas de mi pueblo, un día en los toros, otro en el monólogo de Óscar Tramolleres, otro en la cena popular o en ´les calderes´. Ya ven, soy muy de mi pueblo y de sus tradiciones. Y mi conclusión es clara, la gente no es tonta por mucho que los periodistas nos creamos que podemos engañar y convencer al personal de lo que no es. La gente sabe perfectamente que el amigo Peter Lim, al menos hasta ahora, ha sido un absoluto desastre en lo deportivo. Pero eso es una cosa, y otra criticar por interés o añoranza del chiringuito pasado. Aquí es donde llega la sustancia de mi interpretación. El aficionado tiene muy claro que no es Lim quien lleva al club a la quiebra, sabe que a la quiebra lo llevan, -unos más que otros-, los que lo han gestionado en los últimos diez, quince o veinte años, y que provocaron una deuda que lo ahogaba e idearon una solución societaria que el tiempo demostró ruinosa y casi vergonzosa, aquello de una fundación como accionista mayoritario que no podía pagar las acciones que le daban la mayoría, que las había adquirido gracias a un aval público que por lo tanto legitimaba a los políticos a elegir al presidente de turno. Y claro, cuando alguien muy manchado por aquello carga contra Lim lo que consigue es el efecto contrario, que parte de la gente, siga aguantando y esperando a que Peter Lim acierte. Como yo lo veo, cuanto más aprietan unos contra Lim, más están dispuestos a esperar los otros. Por otra parte, es tontería tratar de alentar a la afición contra nadie, Mestalla dirá lo que tenga que decir cuando lo crea oportuno y no cuando lo digamos los periodistas y los ´influencers´. Como toda la vida.

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