Estamos en el momento justo para calibrar qué pasa con los jugadores del Valencia, o dicho de otra manera, para saber si quieren ser parte de esta historia o lo mismo le da que les da lo mismo. Lo digo porque desde que escuché a más de uno defender a Pako Ayestaran en público después de ser cesado como entrenador del Valencia, pues como que me preocupé. No pido que lo critiquen una vez lo han despedido, de la misma manera que entiendo que se defienda públicamente a un técnico hasta que deje de serlo, (es una de las grandes leyes del fútbol), pero me llamó la atención que lo defendieran una vez había sido cesado, sobre todo porque con él el Valencia perdió todos los partidos que jugó esta temporada. ¡Pedazo de récord! En ese momento pensaba que si un jugador quiere quedar bien con Pako porque le dio bolilla, pues que le envié un mensaje privado pero que se esconda en público. De hecho sigo escandalizado con aquella defensa pública porque ellos mejor que yo, sabían que con Ayestaran el Valencia no tenía nada que hacer esta temporada que no fuera perder muchos partidos.

La conclusión es que en general, esta plantilla tiene tal falta de personalidad que por inercia defienden en público a todo entrenador que pase por el banquillo de Mestalla porque consideran que quedan bien al ser políticamente correctos, pero eso no siempre vale porque dan a entender la poca sangre que demuestran muchas veces sobre el terreno de juego. Decía que es el momento para saber quién está dispuesto a la pelea o quien se conforma sin más. El efecto del nuevo entrenador ya se ha diluido y ahora no hay otra forma de sacar las cosas adelante que no sea desde el trabajo diario en los entrenamientos y la solidaridad en los partidos. Por lo que sea, o porque se lo ha ganado, pero la realidad es que en estos momentos Prandelli tiene el apoyo de unos aficionados que están hasta las narices y con toda la razón del mundo, y que al margen de que un día se la líen y también con razón a Layhoon en Mestalla -que todo puede pasar-, no se cortarán un pelo en señalar a aquel que se esconda. De todo esto, lo que más me fastidia es tener que repetir aquello de que en el Valencia la actitud no se negocia, pero el apoyo no está reñido con la exigencia y aquel que se haga el bobo, no corra o meta la pierna, saldrá en la foto, o como dice Pedrerol, quedará RETRATADO.

PD: Me he comprado una cámara.

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