Confundir la velocidad con el tocino y a Pignoise con Los Ramones es la moda. No justifico al Valencia por sus normas restrictivas con la prensa en la Ciudad Deportiva -me gustaría que diera facilidades porque no soy bobo y además soy periodista-, pero tampoco vale utilizarlo como arma arrojadiza para seguir con la guerra personal e interesada de cada uno, que es por otra parte lo que está pasando. Ya recordábamos hace unos días que el BORM, el Marca, cuando el Real Meseta se encierra dice que es para que su entrenador aísle al equipo en busca de tranquilidad y por «trabajo, trabajo y solo trabajo», pero cuando lo hace el Valencia «expulsa a los aficionados y a los periodistas». Al señor director deportivo del Valencia hay que criticarlo por fichar mal o por renovar a Pako Ayestaran, pero no utilizarlo como el pim, pam, pum de la feria y hacerle chantaje con decir cosas sobre él que no se atreven a decirle a nadie del Real Meseta. Y lo mismo digo con el director de la Academia, el señor Alexanco.

Decir que cuando el Valencia no da facilidades a los periodistas limita las posibilidades de que sus aficionados sepan cosas de su equipo es una verdad como un templo, pero para utilizarla como arma arrojadiza contra el Valencia uno tiene que tener el currículum muy limpio y saber que ha ejercido su profesión siempre de manera honesta, si no es así, decirle a la gente eso de «si no es por nosotros, es por la afición» es engañar a los aficionados. Tal cual.

¿Siempre hemos ejercido el periodismo por los aficionados y jamás para defender a nuestro propio interés o a nuestro primo? Pues entonces caña al Valencia por limitar el trabajo de la prensa. Si no es así, menos victimismo que ya cansa. Al Valencia hay que criticarlo, por ejemplo, porque su presidenta no está ni se le espera cuando el equipo se está jugando la vida y no da una explicación al respecto cuando toca y como toca, porque su dueño toma decisiones caprichosas en la parcela deportiva y es capaz de vender a Alcácer y fichar a Munir por su cuenta y riesgo al más puro estilo ´Rodrigo Caio, contigo empezó todo´, y en definitiva, porque el equipo es un desastre que es lo más importante de este bendito invento que es el fútbol, pero no utilicemos el nombre de los aficionados para beneficio propio y en favor de guerras particulares e interesadas, porque luego pasa lo que pasa, que el Valencia no da facilidades a la prensa y parte de la afición lo celebra.

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