No soy nadie para darle consejos a Mateu Alemany y además, cuando un periodista da un consejo parece más una amenaza, pero sí puedo opinar. Y opino que si el plan de Mateu Alemany para el Valencia es renovar a Voro como entrenador, ya puede ir eligiendo entre paraguas o florero, lo que prefiera. Luego el fútbol y los resultados dirán lo que dirán, pero si quiere que la gente le crea ahora, tiene que cambiar cosas y además, como la mujer del César, tiene que aparentar que las cambia. El aficionado no cree en Alemany porque está hasta las narices de promesas incumplidas y en ese sentido, cuando Lim vendió a Alcácer después de que Layhoon dijera que no quería venderlo, dijo basta. El valencianista ya no traga y pide hechos y no palabras. En definitiva, pide cambios.

Renovar a Voro es decirle que el proyecto tiene de ambicioso lo que yo de pívot del Valencia Basket, por eso, no termina de gustarme una secuencia de hechos y palabras en el tiempo; Voro dice un día que se siente preparado y que escucha ofertas como entrenador, y al siguiente Garay asegura que la plantilla está a gusto con él... Huele a que Voro sabe que tiene el apoyo de los futbolistas. Voro tiene todos mis respetos, el ´vorismo´ no, el ´vorismo´ pide que todo siga igual justo cuando lo que hay que hacer es todo lo contrario, cambiar cuanto más cosas mejor.

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