Ni un pelo me fío del mal momento del Sevilla. No sé si es mejor que venga en crisis y escocido por la derrota o relajado porque hubiera encarrilado en Moscú la clasificación para la siguiente fase de la Liga de Campeones, pero sí sé que más importante que el estado de ánimo de los andaluces es lo que haga el Valencia en ese partido. Que el vestuario no caiga en la euforia y de ahí a la pérdida de concentración y de humildad, es la clave de este equipo, y según parece, la gran batalla que libra Marcelino a cada instante. Y hace bien, porque entre otras, es una de las cosas que ha llevado a su equipo a estar donde está. Y ahí quería llegar yo, a que el Valencia está segundo, y vale que es una posición que ninguno imaginábamos en el mes de julio hasta el punto que habríamos firmado ser sextos a dos puntos del cuarto, pero una de las lecciones que me ha dado la vida es que las cosas hay que tomarlas como vienen y lo que ha venido es que somos segundos, y eso, comporta una responsabilidad. Y ojo que yo he visto al Valencia llegar como líder de la liga española a Alemania y volver con siete goles en el zurrón, pero aquello puede ser hasta la excepción que confirma la norma, y la norma, o dicho de otro modo, la Ley Natural valencianista, dice que si peleando te has puesto segundo, no puedes dejar de ser segundo porque has dejado de pelear y has renunciado a tus principios como equipo. Y como a perro flaco todo son pulgas y también al contrario, ahora resulta que vistos con más perspectiva hasta puedo decir que los tres goles que le marcó el Betis al Valencia en apenas ocho minutos, son positivos. Ganar 0-4 al Betis nos hubiera puesto al borde de la euforia, los tres goles nos devolvieron a una realidad que no debemos olvidar. Dime loco, pero ahora, encajar tres goles nos viene bien...

PD: La Ley natural existe, es una ley no escrita, sino innata, la cual no hemos aprendido, heredado o leído, sino que de la naturaleza hemos tomado, extraído, exprimido.Una ley para la que no hemos sido educados, sino hechos, y para la que no hemos sido instruidos, sino impregnados. La ley natural del valencianista también existe, y tampoco está escrita ni la hemos leído o aprendido, es una ley que nos ha impregnado Mestalla y que dice que el Valencia siempre ha de aspirar a plantar batalla, que no está obligado a ganar, está obligado a pelear. Esa es la responsabilidad que tiene ahora Marcelino.

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