En estos momentos es complicado pedir apoyo y paciencia así que hago un esfuerzo para mirar la clasificación y otro para recordar qué pensábamos en agosto y ver cómo nos vamos a las vacaciones de navidad, pero el fútbol no solo es matemática, también cuentan las sensaciones, y perder tres partidos en apenas un mes duele bastante porque además de cierta dosis de mala suerte, al Valencia le falta algo de claridad en el juego. Por momentos, la manera de atacar del equipo de Marcelino es demasiado previsible. Necesitamos un plan b.

La ambición

El peor Villarreal que recuerdo en Mestalla se lleva los tres puntos con la ayuda del árbitro. Así de claro. Al Valencia poco se le puede reprochar, si acaso, la falta de acierto. Bueno, también se le puede decir que así es como se puede perder un partido, dándolo todo hasta el instante final. Mira, también se puede decir de este Valencia que me gusta su ambición. Eso sí, ya llevo tiempo diciendo que es mejor hacer caso a lo que hacen los entrenadores y no a lo que dicen, y por mucho que Marcelino diga que está encantado con lo que tiene y no es prioritario fichar en el mercado invernal, solo ha hecho un cambio en un partido en el que podía haber dado un paso adelante en la clasificación. Pues eso, que hay que fichar.

Ese Castillejo...

Por otra parte, un saludo para Samu Castillejo, eso de echar el balón fuera porque te duele un golpe en la tibia y salir al terreno de juego a los dos o tres minutos no lo había visto jamás. En mi pueblo lo llamamos tramposo. Y otro para Javi Calleja, técnico del Villarreal, que es tan buen entrenador como gracioso, dice que ganó el mejor y que la victoria amarilla es justa. ¡Qué cachondo! Claro, Javi, claro, y tú y yo la semana que viene fichamos por Los Lakers... Lo único peor que no saber perder es no saber ganar.

La afición es sabia...

Remato estas líneas destacando la ovación que le dio la afición del Valencia a su equipo. Conviene ser destacada para todos aquellos que han creado la posverdad -que así se llama ahora a la mentira- de que los valencianistas no saben lo que quieren y bla, bla, bla... Es muy fácil, quieren un equipo que compita. Si hace eso, hasta le aplauden en la derrota. Que pregunten ahora a los madridistas en la Cueva de Alí Babá a ver cuántos están contentos por el excelente año 2017 del Real Meseta...

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