Si el fútbol, pudiera medirse por matemática no sería fútbol y sobre todo no sería tan divertido. Ni tendría la influencia que tiene en la vida cotidiana de la gente. En definitiva, si en el fútbol mandara la aritmética no sería lo más importante de las cosas menos importantes de la vida. Si fuera fiel a los números, el Alavés no habría jugado la final de la Copa del Rey la temporada pasada ni el Leganés estaría en primera división.

De hecho, si lo piensas, el Valencia debería haber competido esta temporada en Liga de Campeones y no haber coqueteado la pasada con el descenso hasta límites cercanos al infarto. Si el fútbol pudiera explicarse desde la trigonometría el Leicester no habría ganado la Premier League hace unas temporadas. El Levante jamás habría jugado competición europea ni el Valencia habría estado en dos finales de Liga de Campeones.

Es más, si con el cálculo exacto pudiera explicarse y predecirse el fútbol, no existiría la quiniela ni se habría hecho la película de Jenaro el de los catorce, y en vez de periodistas deportivos habría calculadoras deportivas que dirían que el Pepita CF tiene tantos millones de presupuesto y tiene a Fulanito que costó no sé cuántos millones de euros, y por lo tanto ganará su partido ante el FC Fulanita que tiene estas bajas y un presupuesto mucho menor.

Y sí, el Valencia de Rafa Benítez que le ganó dos ligas al Real Meseta era un equipazo, pero en el Madrid jugaban Figo, Roberto Carlos, Zidane, Ronaldo el bueno, Raúl€ Si el fútbol fuera solo estadística ellos habrían ganado las Ligas. Y no las ganaron.

Podría estar hasta el jueves de la semana que viene, día en que el Valencia ha de remontar un 1-0 en contra ante el FC Valors para meterse en la final de la Copa, poniendo ejemplos para demostrar que es posible remontar 1-0 contra el FC Valors en Mestalla. No hagan caso a los realistas, son días para soñar, creer y tener fe. ¿Y qué sería el mundo sin la fe? Mejor me callo porque entramos en terreno espinoso.

Por otra parte, no quiero ser muy ofensivo, pero el Camp Nou es una especie de campo de fútbol de nuevos ricos aspirantes a pijos por derecho de sangre o de clase. Como la burguesía ofendida del Antiguo Régimen. Probablemente me linchen por lo que voy a escribir ahora, pero me da lo mismo. La superioridad moral que desprende el FC Valors, la idea esa de que si no juegas a fútbol precioso y bonito estás pecando y no mereces la gloria, es una más de tantas manifestaciones de eso que ahora llaman ´supremacismo´. Ya ven, el fútbol siempre será un reflejo de la sociedad€

Más artículos de opinión de Carlos Bosch, aquí.