Me preocuparía que Marcelino cambiase de opinión con respecto a un futbolista porque haya marcado un gol, aunque sea un golazo. Me refiero a Vietto. Sinceramente, no dejaría de invertir dinero y energías en otros futbolistas u otras posiciones para acometer ahora el fichaje de Luciano Vietto. Cuando la carretera se empinó el argentino no estaba. Lo digo como lo pienso, si Iago Aspas no vale para dar el salto de calidad en la plantilla, menos vale el argentino porque al margen de la edad de uno y del otro, puestos ambos sobre un terreno de juego, no hay color.

Como yo lo veo, el paso adelante para competir en la Liga y en la Liga de Campeones exige mucho más, lo digo porque en adelante prefiero valorar los fichajes del Valencia CF por el futbolista en sí mismo y no por la resultante de cruzar su edad con su precio para ver el margen de venta posterior. Eso se lo dejo para los economistas que últimamente proliferan, yo lo que quiero es una plantilla con buenos futbolistas. Ya si eso que Mateu Alemany haga números y encaje de bolillos para cuadrar las cuentas, que por otra parte lo hace muy bien y lo digo sin retranca.

No me creo que el Valencia de Marcelino se esté planteando al mismo tiempo la venta de Zaza y el fichaje de Vietto. Son dos realidades contradictorias si las enfrentas a las palabras de Marcelino y Murthy de querer mejorar el equipo. ¡No me lo creo! Por otra parte, si de lo que se está hablando es de que al final del verano si te falta un cuarto delantero y si por alguna casualidad el Atlético te lo dejara cedido y bla, bla, bla... claro, y si mi perro tuviera dos ruedas sería una moto. Ese es un escenario que en estos momentos se puede calificar de irreal, eso no existe ahora.

Que pague Prandelli

Con aquello del «¡Fuori, fuori!» logró tener a la afición de su lado. Al club ya lo tenía porque después de Pako Rolling Stone veía en él al hombre que debía enderezar el rumbo caótico de una nave sumida en el caos, pero él prefirió marcharse. Dio la espantada. En su momento dije que lo consideraba una traición, -ojo, no que él fuera un traidor-, y aquello supuso que me cayera algún que otro palo porque se al parecer que el italiano era el único que decía la verdad y destapaba lo podrido que estaba el club por dentro, que es cierto que no estaba tan sano como está ahora. Me reitero, Prandelli pegó la espantada antes de que el fuego le quemara a él... Ahora, que pague. Por otra parte, me gusta que el Valencia defienda sus intereses.

Más opiniones de Carlos Bosch.